Este jueves 24 de marzo diversos portales comunicacionales emitieron la falsa noticia que la compañía petrolera Chevron, había recibido una licencia especial de parte del Secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken, para continuar operando en Venezuela, evidentemente esto no es verdad. Lo cierto es que de acuerdo la Licencia General No 81 (anexo PDF) emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos pueden trabajar en Venezuela, desde el 24 de noviembre de 2021 hasta el 01 de junio 2022, no solo Chevron Corporation si no también Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes Holdings LLC y Weatherford International. Dicho documento es bien explícito, dice textualmente que permite la: Autorización de Transacciones que Involucran a Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) Necesarias para el Mantenimiento Limitado de Operaciones Esenciales en Venezuela o el Cierre de Operaciones en Venezuela para Ciertas Entidades.
(a) Salvo lo dispuesto en los párrafos (c) y (d) de esta licencia general, todas las transacciones y actividades prohibidas por la Orden Ejecutiva (O.E.) 13850 del 1 de noviembre de 2018, modificada por la O.E. 13857 del 25 de enero de 2019, o la O.E. 13884 del 5 de agosto de 2019, cada una de ellas incorporada en el Reglamento de Sanciones a Venezuela, 31 CFR parte 591 (el VSR), que son normalmente incidentes y necesarias para el mantenimiento limitado de operaciones esenciales, contratos u otros acuerdos, que: (i) sean para la seguridad o la preservación de activos en Venezuela; (ii) involucren a Pdvsa o a cualquier entidad en la que Pdvsa posea, directa o indirectamente, una participación del 50 por ciento o más; y (iii) estuvieran vigentes antes del 26 de julio de 2019, están autorizadas hasta las 12:01 a.m. hora del este, del 1 de junio de 2022, para las siguientes entidades y sus subsidiarias
En este sentido hasta ahora desde los Estados Unidos, no se ha emitido ningún documento que derogue esta Licencia No 81, de acuerdo a la página del Departamento del Tesoro norteamericano.
Visita de delegación desde Washington
Toda esta ola de rumores surge a partir de la visita que realizó, a inicios del mes de marzo, una delegación estadounidense a Caracas; la cual fue recibida por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros. Sorpresivamente representantes directos del gobierno de Joe Biden, se reunieron con el país al que le han impuesto 524 sanciones, bloqueándolo a nivel económico y financiero mundialmente, contra quien la Casa Blanca intentó forzar un cambio de gobierno apoyando la instalación de una presidencia falsa e ilegal bajo la figura del autoproclamado Juan Guaidó, a través de quien han cometido una cantidad de robos y desmanes en contra del pueblo venezolano.
¿Cómo es posible que países que hace sólo unos meses eran considerados estados canallas por Occidente, vuelvan ahora al círculo de los aceptados por los poderes hegemónicos? La respuesta es clara; Washington ha sancionado el petróleo ruso, una medida insostenible a mediano plazo sin poner en juego el petróleo y el gas de otros países y evidentemente estos pasos norteamericanos a la luz de lo que está sucediendo en Ucrania, no es más que un movimiento contra Rusia. Este puede ser un ardid para tratar de distanciar a Putin de sus principales aliados en América Latina, en medio de la incertidumbre sobre el futuro de la economía rusa que está generando Estados Unidos con las sanciones sobre Moscú.
Datos petróleo ruso en Estados Unidos
El mercado estadounidense ha sido el principal destino del crudo venezolano durante años. Pero desde que Caracas es objeto de sanciones por parte de Estados Unidos, el petróleo ruso empezó a desempeñar un papel importante para Washington. Desde los años noventa, las relaciones comerciales con Rusia en ese sector crecieron hasta alcanzar un máximo en 2011 (624 mil barriles diarios), para luego descender hasta un auge en 2019, cuando otra oleada de sanciones al petróleo venezolano obligó a Washington a aumentar las importaciones desde Moscú.
Aunque Rusia, ha llegado a ocupar el tercer lugar, por detrás de Canadá y México, en cuanto a volúmenes de petróleo exportados a Estados Unidos, a nivel absoluto la cifra no puede definirse como significativa: en 2021, Estados Unidos importó de Rusia una media de 672 mil barriles de petróleo al día (menos del 8% del total de las importaciones), frente a un consumo diario de unos 20 millones de barriles. Las compras norteamericanas de petróleo ruso representaron el 3.2 por ciento del total de sus importaciones, unos cuatro mil 714 millones de dólares, de las cuales el 91,5% se concentraron en seis estados: California (20%), Washington (16.4%), Texas (16.1%), Pennsylvania (15.3%), Luisiana (12.2%) y Delaware (11.4%).
Pero el petróleo ruso desempeña un papel importante desde el punto de vista de reducción de costos. Una ley federal norteamericana de 1920, la Jones Act, estipula que sólo los barcos construidos en Estados Unidos y tripulados en su mayoría por ciudadanos estadounidenses pueden utilizarse para el comercio marítimo nacional. Debido a esta ley, el transporte de petróleo desde las refinerías de la Costa del Golfo (en estados como Texas, Florida, etc.) suele ser tan costoso para las empresas situadas lejos de los grandes oleoductos que resulta más barato importar del extranjero, incluyendo ultra océano la Federación Rusa.
Como consecuencia del reciente bloqueo de las importaciones de fuentes de energía rusas, Estados Unidos, puede verse obligado a importar crudo de nuevos mercados (probablemente África Occidental o el Mar del Norte), pagando un precio más elevado debido a los mayores tiempos de transporte; este es un factor a través del cual podría entrar en juego Venezuela.
Precios en alza
Pero más allá del déficit que al mercado de los Estados Unidos puede provocar esta reducción en la compra de petróleo ruso, el verdadero problema se genera con los precios que cada vez más se acercan a los 130 dólares por barril, ya que los compradores están evitando el crudo ruso.
Los analistas del mercado energético advierten que los precios podrían subir hasta 160 o incluso 200 dólares por barril, si los compradores siguen rechazando el crudo ruso. Esa tendencia podría hacer que los precios de la gasolina en Estados Unidos superen los 5 dólares por galón, un escenario que Biden y otras figuras políticas están desesperados por evitar, de allí la búsqueda de estabilizar los mercados petroleros. Con el anuncio del miércoles 23 de marzo del presidente Putin, sobre el pago de los suministros energéticos en rublos se dispararon los precios del petróleo, para este viernes 25 de marzo el Brent se ubicó en 118,21 dólares por barril y WTI en 111,09 dólares. Con el curso de las acciones en Ucrania la variación de precios no es pronosticable.
Producción petrolera venezolana
Sin embargo, si bien Venezuela se posiciona nuevamente como una pieza clave a nivel geopolítico, por su ubicación y por la cantidad de reservas petroleras que posee (cerca de unos 303 mil 800 millones de barriles), el problema sigue siendo la producción petrolera, la cual ha sido fuertemente golpeada por las sanciones norteamericanas y se encuentran todavía en niveles bajos. La solución a este problema, de acuerdo al experto petrolero Einstein Milán sería una inversión de cerca de 12 mil 200 millones de dólares anuales que sea enfocada para la recuperación de la industria energética venezolana. Millán, estima que con esta cifra se podría incrementar la producción de Venezuela para finales de 2022 entre un millón 500 mil BPD a un millón 700 mil BPD y -para el año 2023- una proyección de dos millones de BPD; pero esta es una inversión que solo se puede desde el capital extranjero.
Levantamiento de sanciones a Venezuela
La clave estaría en el levantamiento de las sanciones norteamericanas, sobre todo a la industria petrolera venezolana. Esto permitiría que empresas como Chevron Corporation, pudieran beneficiarse de este alivio del bloqueo y obtener nuevas licencias de explotación en territorio venezolano, así como la comercialización en el exterior. A nivel regional, Colombia está especialmente preocupada por una posible apertura desde Washington, al gobierno venezolano. La reducción del alcance de las sanciones estaría condicionada a ciertas exigencias de la parte estadounidense, como la garantía de elecciones “libres”, de acuerdo al parecer injerencistas norteamericano y la liberación de los presos llamados “políticos”; además de otras solicitudes. Por ahora se desconoce si las negociaciones entre ambos actores continúan o continuarán, pero tal cual como está la situación de compleja en Ucrania, lo más probable es que haya una flexibilización por parte de Washington hacia Caracas, esperando que no sea dentro del marco de un conflicto bélico mundial.
Anexo En PDF Licencia No 81 Licencia General No 81 emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia
