Este 21 de octubre se inauguró en Bruselas la cumbre de los Estados miembros de la Unión Europea (UE), dentro de la cual al centro del debate se encuentra Polonia y su desafío a la primacía del derecho nacional sobre el comunitario, entendido este último como las leyes que rigen a la comunidad europea. A su vez, la discusión estuvo fuertemente influenciada por la crisis entre Polonia y Bielorrusia por el tema migratorio. Las tensiones entre ambos países limítrofes se han evidenciado con el despliegue por parte de Varsovia de seis mil soldados a lo largo de los 418km de frontera, además de la creación de una zona de seguridad de tres km de ancho para intentar contener la afluencia de inmigrantes, que este mes han superado las tres mil personas. Asimismo, junto con otros 11 Estados del Este, ha pedido la construcción de barreras con dinero de la UE para frenar la migración; por su parte el gobierno alemán, ha propuesto la creación de patrullas conjuntas en la frontera con Bielorrusia. Para Berlín, el tema es de suma importancia dada la ubicación geopolítica. Entre Brandeburgo y el río Bug solo hay llanura; ni los Balcanes, Pirineos, o los Alpes. Por lo cual, si hablamos de defensa, la protección de Alemania comienza efectivamente en la frontera con Bielorrusia. Entre otras cosas porque ese es el flanco oriental de la OTAN, la frontera con la esfera de influencia rusa. Berlín no puede permitir que se les salga de control. Al igual que no puede acosar a Polonia por negarse a someterse a la legislación de la UE, cuyo absolutismo también combaten los alemanes. A Alemania no le interesa convertir al bloque europeo en un superestado, sino evitar que se deshaga, junto con la influencia que les garantiza.
¿Después del Brexit el Polexit?
Algunos analistas hablan de la posibilidad de un Polexit análogo al Brexit. En 2016 el pueblo británico votó por salir de la Unión , una decisión que ahora se ha hecho efectiva tras infinidad de vicisitudes. En Polonia el escenario es diferente, el Gobierno no quiere salir de la UE en absoluto, y si se celebrara un referéndum todas las encuestas indican que la mayoría de los polacos no elegiría Polexit.
El gobierno polaco, por el contrario, quiere cambiar la Unión desde dentro; la decisión adoptada el 7 de octubre por el Tribunal Constitucional polaco, origen de la actual crisis, no expulsa al país de la UE, sino que la aleja del espíritu y las normas comunitarias, sin forzar un proceso de salida. Esta es una gran diferencia con respecto al referéndum del Reino Unido. Sin embargo, la solución a la crisis es difícil de encontrar.
La crisis desencadenada por la decisión del tribunal polaco es doble: por un lado, está relacionada con los ataques a la independencia del poder judicial en Polonia, que ya está en el centro de una disputa con Bruselas; y por otro, se deriva de la sentencia que niega la prioridad del derecho europeo sobre el nacional. De este modo, Polonia ataca un principio cardinal de la integración europea y, sobre todo, del mercado único, que no puede funcionar si las normas no son las mismas en todos los países. Otros tribunales similares, como el alemán, han emitido sentencias contradictorias sobre el tema, pero ninguno se ha atrevido a hacerlo como el tribunal polaco. Esto explica las reacciones hostiles de los Jefes de Estado y de Gobierno, que el 21 de octubre en Bruselas se mostraron intransigentes respecto a un pilar de la Unión Europea basado en el derecho que no existiría si cada uno fuera por su lado.
Ante todo “el diálogo”
Hasta ahora lo que se ha observado en la cumbre de la UE es el apoyo al diálogo, lo cual parece indicar que la solución de las discrepancias se logre a través de la negociación en lugar de recurrir a los procedimientos de infracción, las sanciones financieras o la aplicación del Artículo 7 del Tratado de la UE, previsto para los países en los que existe un riesgo de graves violaciones de los valores europeos, que pudiera ser emitido contra Polonia pero que por ahora no parece estar en la mesa . Varsovia necesita que este conflicto cese para poder cobrar el cheque de 57 mil millones de euros del plan de recuperación del fondo europeo; la correlación de fuerzas, esta vez, no parece favorable a Polonia para que logre cambios en la UE.
_________________________________________________________
Yoselina Guevara Corresponsal venezolana de Correo del Alba en Italia
