El pasado 4 de septiembre se cumplieron 51 años del triunfo de Salvador Allende y la Unidad Popular (UP) en Chile, que inicia en esos días una historia de tres años en la presidencia, siendo derrocado un 11 de septiembre de 1973. O sea, ayer se cumplieron también 48 años de aquel golpe de Estado que sumió al vecino país en una cruenta dictadura por 17 años.
Junto a la UP, Allende conformó un gobierno para la clase obrera y campesina, que ostentaba cifras desgarradoras de pobreza, pero además abarcó a la intelectualidad nacional, regional y mundial, quienes se dieron cita en distintos ámbitos de la creatividad y el desarrollo del pensamiento, como es el caso del Centro de Estudios Sociales (CESO) de la Universidad de Chile, y figuras como el brasileño Theotonio Dos Santos con su Teoría de la Dependendencia, Martha Harnecker con sus cuadernos de educación popular o Manuel Cabieses con su imprescindible revista Punto Final, los que dieron rienda suelta a novedosas corrientes del pensamiento que perduran hasta hoy.
Igualmente hubo una revuelta literaria y artística que impulsó la música folklórica andina con Quilapayún, Inti-Illimani e Illapu, entre otros, y le dio una identidad propia a la nueva canción latinoamericana en la voz de Violeta Parra y Víctor Jara.
Destaca el internacionalismo de jóvenes estudiantes de todas las latitudes que se dieron cita en las universidades públicas chilenas, como es el caso del venezolano Enrique Maza Carvajal, quien no solo formó parte activa del poderoso movimiento de jóvenes solidarios ante el bloqueo y las agresiones sufridas por el Gobierno en plena guerra económica y de desabastecimiento, sino que también se plegaron a los órganos de poder popular como los Cordones Industriales, donde se sumaron de manera transversal juventudes, hombres y mujeres del campo y la ciudad, sin importar toldas políticas, para defender y levantar la industria, boicoteada con el objetivo de provocar el derrocamiento de la UP.
Al triunfar, inmediatamente Allende se dio a la labor de aplicar el “Programa de las 40 Medidas”, elaborado por el conjunto de partidos de la UP para llevar a cabo un gobierno popular en su tránsito al socialismo. Entre esas medidas destacaban: atención médica gratuita, un litro de leche diario a todas las niñas y niños, educación básica obligatoria, subvención al arte, la cultura, nacionalización del cobre, reforma agraria.
El plan golpista se gestó en los laboratorios de la CIA, y sus aliados criollos elaboraron un procedimiento detallado para concretarlo.
Rescato al Allende con una moral impecable, hombre probo, que pasó a la historia como un héroe para quienes luchamos por un mundo justo, mejor; al Allende digno y valiente, quien desde su oficina pronunció una legendaria última proclama con el metal tranquilo de su voz, sin aceptar ninguna negociación con los militares y civiles traidores, entregando su vida prometida al pueblo.
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Cris González Directora de la revista Correo del Alba