Por Correo del Alba
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, sigue sin entregar los resultados finales que dan como total vencedor de las elecciones del 18 de octubre, en primera vuelta, a la dupla compuesta por Luis Arce y David Choquehuanca del Movimiento Al Socialismo (MAS), con una ventaja que dejó sin aliento a la dividida derecha que en principio presentó siete candidatos, reducidos a cuatro por la renuncia de Jeanine Áñez, Tuto Quiroga y María de la Cruz Bayá.
Sin embargo, la decisión por recuperar los espacios perdidos y demostrar que el fraude electoral estuvo fraguado desde el seno injerencista de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la articulada oposición en 2019, que ejecutó un fino golpe de Estado, incluidas masacres contra la población, tras un año en que el gobierno de facto que se suponía uniría la población en general, continuó la agresión contra la simbología mágico-religiosa de los pueblos indígenas, quemando la whipala y retirando monumentos de la sede del Palacio de Gobierno, en una descalificación ancestral de toda la cosmogonía Andino-amazónica.
Además del mal manejo del gobierno de facto de la crisis por pandemia, se le suman hechos de corrupción como el llamado “caso de los respiradores”; el uso personal de bienes del Estado; la persecución política contra dirigentes del MAS y de la población en general acusada de sedición por ser afines a este partido político; la ola de racismo y clasismo en grupos de choque, que intentan nuevamente desestabilizar el país acusando de fraude al TSE, asunto inviable ya que el árbitro que es Romero, que fue criticado por el MAS por su cercanía política a Tuto Quiroga, es claramente una pieza de la derecha boliviana, las reglas las pusieron, retrasaron el proceso electoral todo lo que pudieron excusados en la pandemia y, pese a todos los contratiempos, que la tolda azul tuvo que contener, la victoria aplastante no pudieron ocultarla ni cometer el mismo erros de 2019, con esto solo queda una lectura, a Evo Morales le robaron las elecciones.
A hoy 21 de octubre la web computo.oep.org tiene un total de actas computadas de 29 mil 381, que ubican al MAS como evidente ganador con dos millones 758 mil 029, un 53.63%, para una ventaja de casi un millón de votos por encima de la opción de Comunidad Ciudadana con un millón 537 mil 417, un 29.89%, Creemos 740 mil 319, para un 14.39%.
A la espera del veredicto final emitido por Salvador Romero, Carlos Mesa ya admitió que el MAS obtuvo la victoria, la propia Jeanine Áñez y varias personalidades de la vida política boliviana, a excepción de Fernando Camacho que intenta calentar las calles de Santa Cruz, alentando el espíritu secesionista de algunos simpatizantes de las logias cruceñas y de la derecha rancia que en 2008 intentó dividir el país.
Por su parte la presidenta de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Eva Copa, anunció que el proceso de transición durará hasta el 14 de noviembre, pero hay probabilidad que Arce sea investido el 5 de noviembre.
