Por Samantha González
La historia de la humanidad está repleta de conflictos, guerras, desastres naturales, catástrofes y quizá algo más aterrador: pandemias. Estas se han llevado la vida de millones de ancianos, adultos saludables, jóvenes, niños y hasta animales. Algunas ya están erradicadas, unas no tienen cura y otras simplemente se desconoce su paradero y si en el mundo siguen existiendo.
En la actualidad, el Covid-19 alcanzó el nivel de pandemia, pero a continuación se exponen algunas que en la historia ocasionaron el mismo miedo (o quizás más) que la enfermedad que nos ronda en el 2020.
Tifus (1914)
Es una enfermedad infecciosa que se produce por bacterias del género Rickettsia, que se transmiten a través de picaduras de piojos, pulgas, ácaros y garrapatas. El tifus ha tenido su lugar en diversos momentos de la historia, desde el siglo XV hasta el siglo XX, llevándose a más de cuatro millones de personas entre los años 1812, 1860 y 1900. Los síntomas que trasmite son: escalofríos, tos, fiebre alta, dolor articular, cefalea y erupción que comienza en el pecho y se extiende al resto del cuerpo (menos a las manos y a los pies). Al inicio esta erupción es de color rosa, para pronto tornarse de color rojo pálido y en casos extremos presenta áreas de sangrado dentro de la piel. Aunque hoy día no representa un problema, contraer tifus en ese entonces equivalía a una sentencia de muerte. Un dato curioso es que Ana Frank falleció de tifus.
Sida (1981)
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida es la consecuencia de la difusión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) alrededor del mundo. Se manifiesta a través de síntomas cuando el VIH llega a una etapa crítica. El aumento de casos similares a los registrados en 1981, motivo a muchos a buscar el origen de esta enfermedad que fue bautizada al principio como «Cáncer Gay» o GRID (gay-related inmune deficiency). El hecho de que la sociedad haya pensado que era una enfermedad solo para homosexuales agravó el problema, ya que millones de personas se descuidaron. Se propagó rápidamente en África, Europa y Estados Unidos. Se transmite mediante del contacto sexual, transfusiones de sangre, pinchadas de aguja con una sola jeringa de una persona contagiada a una sana (para uso de drogas).
A pesar de que hoy es muy tratable, no existe cura conocida. Sus síntomas son dolor de garganta, cansancio, mareos, aturdimiento, cefalea y pérdida masiva de peso. Sin embargo, lo que mata no es el SIDA; en este caso, como la enfermedad destruye el sistema inmunológico, el portador queda expuesto a que cualquier enfermedad común (hasta un resfriado) se lleve la vida del mismo. El estimado de vidas que se ha cobrado el VIH es de 30 millones.
Gripe española (1918)
En el mismo contexto histórico de la Primera Guerra Mundial existió una enfermedad que afectó, además de ancianos, a jóvenes, niños y hasta perros y gatos. Se considera como la pandemia más devastadora de la humanidad, debido a que en solo un año se llevó entre 50 y 60 millones de vidas y alcanzó a la mayoría de los países del mundo. Recibió el nombre de «gripe española», porque la pandemia recibió más atención de la prensa por parte de España que del resto de Europa, gracias a que aquella no estaba involucrada en la guerra y no había censura de la información transmitida por los medios de entonces.
Se dice que el primer caso registrado fue el 4 de marzo de 1918 en Kansas, Estados Unidos. Sin embargo, existen estudios que alegan que el primer caso se originó en Madrid. Algunos de sus síntomas fueron: cara con color grisáceo, fiebre superando los 39ºC, pulso rápido (superando las 140 pulsaciones por minuto, incluso pudiendo llegar a las 160), agotamiento extremo y exceso de segregación de líquido. Luego de 12-18 horas ocurría un empeoramiento de los síntomas anteriores y si en 24 o 48 horas no se remitían los síntomas, la muerte era segura para el paciente. Se transmitía de la misma forma que una gripe común.
La peste negra (1347-1353)
Fue una enfermedad que proviene de una bacteria llamada Yersinia pestis, y se transmitía a través de las heces de ratas, aunque hay especulaciones de que fue una variedad de la peste bubónica (siglo XIV, con 100 millones de muertes). Irrumpió primero en Asia para después esparcirse por Europa. Sus síntomas fueron: fiebre alta, tos sanguinolenta, sangrado por la nariz y otros orificios, sed excesiva, hemorragias cutáneas de color azul o negro, aparición de bubones en la ingle, axilas o brazos debido a la inflamación de los ganglios.
En Europa, aniquiló a 25 millones de personas, y en el resto del mundo se habla de la vida de 50 millones. Sumando un total de 75 millones de muertes.
Sarampión y viruela
El sarampión se conoce desde hace más de 3 mil años y es una enfermedad infecciosa y mortal frecuente en niños, caracterizada por manchas en la piel de color rojo, así como la fiebre y malestar general. Cuando el sarampión se complica, inflama los pulmones y el cerebro, amenazando la vida del paciente. Es causada por un virus de la familia paramyxoviridae y se transmite por vía aérea, afectando el sistema respiratorio. Logró matar a 200 millones de personas.
Ahora bien, la viruela está en la cabeza de la lista y la humanidad le teme desde hace más de 10 mil años. Hoy día se considera exterminada desde 1980; el contagio era a través del contacto directo y prolongado con una persona infectada. Sus síntomas empiezan con una fiebre y malestar, seguida de una erupción altamente contagiosa que se manifiesta de forma progresiva en todo el cuerpo. Es provocada por el variola virus y no poseía tratamiento específico, por lo cual una persona infectada debía ser aislada de su comunidad. Un dato curioso es que la palabra «Viruela» proviene del latín Varius, y se refiere a los abultamientos que se presentan en la cara y en el cuerpo. Se llevó más de 300 millones de mujeres y hombres.
Es necesario hacer este recuento para poder entender las cosas por las cuales la humanidad ha pasado y ha podido superar.
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Samantha González Artista
