Mientras el canciller de Colombia Luis Gilberto Murillo Urrutia, ¡qué casualidad el segundo apellido! reitera que el gobierno de su país mantiene su postura frente a las elecciones presidenciales del 28 de julio, de no reconocer a Nicolás Maduro, quien fue proclamado por el Consejo Nacional Electoral y ratificado por el Tribunal Supremo de Justicia: Presidente Constitucional para el período 2025-2031, el mandatario neogranadino, Gustavo Petro, rechazó los efectos del bloqueo económico de Estados Unidos contra Venezuela.
La palabra la tiene el presidente colombiano Gustavo Petro, quien refirió que por Colombia pasaron tres millones de venezolanos y su gobierno no se asustó: Nuestros hermanos venezolanos siguieron hacia el sur y ahora van hacia el norte, hacia los Estados Unidos, que fue el que ideó bloquear a Venezuela.
Al revisar los antecedentes de Murillo Urrutia, pudiéramos estar viendo al actual Canciller como un agente de la derecha colombiana. Ejerció el cargo de ministro de Medio Ambiente en el gobierno de Juan Manuel Santos y embajador de Colombia en Estados Unidos, entre 2022-2024.
Como residente en Estados Unidos, fue consultor externo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid). La misma que financió a Juan Guaidó, como presidente interino y a la Asamblea Nacional del 2015; y a María Corina Machado para el montaje de las guarimbas, y el desconocimiento a Nicolás Maduro como presidente reelecto para el período 2025-2031.
Ese mismo Canciller, que ante la opinión pública dice que no reconocen a Nicolás Maduro, en las elecciones regionales de 1997 fue elegido gobernador del Chocó, y, posteriormente destituido del cargo, debido a que el Consejo de Estado colombiano encontró múltiples irregularidades en las actas electorales y repitió el escrutinio de estas, declarando ganador a Juan Hinestroza, con 114 votos más que Murillo. Inocente el muchacho.
Luis Antonio Salazar, excanciller de Colombia, cuestionó públicamente la idoneidad de Murillo, para estar al frente de la cartera de Exteriores. Salazar, afirmó que el artículo 122 de la Constitución colombiana prohíbe que personas con antecedentes penales ocupen cargos públicos. “Está condenado en primera y segunda instancia por el delito de peculado”.
Morillo Urrutia, quien hizo un llamado a que las actas electorales del proceso comicial de Venezuela, sean presentadas antes de la culminación del actual período del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, el 10 de enero de 2025, advirtió que de no cumplirse este requerimiento, Colombia no otorgará reconocimiento a los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio. Esa es la expresión de un tramposo que trató de cambiar los resultados en la elección de Gobernador del Chocó.
Por cierto, durante los últimos años, los mismos que pidieron a Estados Unidos bloqueos y sanciones, son los que hoy le piden al gobierno colombiano que reconozcan a Edmundo González Urrutia como presidente (será familia del canciller colombiano). Venezuela ha tenido que hacer frente a amenazas externas que pretende destruir su institucionalidad, socavar su democracia e impedir la buena marcha del Estado venezolano.
El canciller de Venezuela, Yván Gíl, ha sido contundente con la posición de Murillo Urrutia y su constante intromisión en los asuntos internos de nuestro país, actuando como agente del gobierno de los Estados Unidos.
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William Gómez García Venezolano, periodista
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