No es precisamente alusión a Halloween, mucho menos al día de los santos difuntos que celebramos en gran parte de los países de la Región, sino que es el bloqueo político, que ya lleva 18 días instalado en algunas carreteras del país, esta vez el causante de traer a la vida a políticos de derecha que se los había declarado muertos. Pero vamos a ponerle nombres y algo de contexto a esas almitas.
Empresario cementero, eterno candidato a presidente y, en la contienda electoral de 2020, candidato a la Vicepresidencia junto a la golpista Jeanine Áñez; evasor de impuestos (en calidad de presunción, hasta que se nos explique la venta de acciones de Soboce). Fue promotor de la privatización de las empresas públicas en sus años como ministro de Planeamiento en el gobierno del MIR (proceso del cual se benefició enormemente y de donde sacó su vasta experiencia empresarial). También publica algunos actos de humor por la plataforma TikTok, cosa a la que no se dedica de manera profesional, porque no quiere manchar su imagen de «hombre exitoso». Es bastante conocido como hombre infortunado.
Samuel Doria Medina, hombre de negocios desde temprana edad por herencia paterna, economista financiero de profesión con estudios en los Estados Unidos, pese a haberse hecho nombrar vicepresidente de la Internacional Socialista es un conocido militante del neoliberalismo, de ahí su historial de empresario exitoso, aunque más se dedicó a la compra-venta de acciones, servicios y bienes raíces que a la producción.
Resulta que hace unos días lanzó su candidatura y ha copado las redes sociales con espacios para promover su propuesta neoliberal de sacar de la crisis económica al país en tan solo 100 días. Lo que refleja de manera obvia es que se acerca al plan de privatización que ya impulsó en sus años de ministro, lo que produciría otra vez una avalancha de despidos y la pérdida de las conquistas sociales de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo (Mescp) basado en la redistribución de la riqueza, como son los bonos Juana Azurduy y Juancito Pinto, además de la Renta Dignidad, entre otras.
Otro que anda apareciendo con bastante cámara es el derechista Jorge Quiroga, más conocido como «Tuto» o «Quico», en espacios más cercanos. Igual con estudios en los Estados Unidos y ministro en el período privatizador del MIR, en la cartera de Finanzas. No se le conoce éxito en ningún rubro, pero a diferencia de Samuel sí llegó a la silla presidencial, aunque fuera por sucesión ante la renuncia de Hugo Banzer Suárez. Desde entonces se dedica a la vocería republicana en el país y en otros donde se lo invita.
Lo más sobresaliente que se le conoce en los últimos años es el haber sido designado como “Delegado Presidencial”, dependiente directamente de la golpista Áñez, a través del Decreto Presidencial Nº 4091A, del 4 de diciembre de 2019, cargo al que renunció después de darse un viajecito por Europa y haber intentado posicionar el gobierno de facto como legítimo.
Lo que tienen en común estas dos almitas de derecha es que andan vociferando que el Mescp ha fracasado y que lo mejor es retornar al período neoliberal de las privatizaciones con capitales de transnacionales, porque a los empresarios nacionales no les tienen fe.
Por último, tenemos al exedecán de Banzer (en su período de facto), Manfred Reyes Villa, que si bien despertó antes del bloqueo ahora anda reviviendo por cosecha propia a grupos de actuación bastante funesta en el período golpista de 2019, como los motoqueros de Cochabamba, quienes se reagruparon para nuevamente saquear y sembrar miedo en la hermosa tierra donde brilla siempre el sol de septiembre.
Con este personaje cerramos el trío de almas de derecha invocadas por el paro político que ya lleva 18 días instalado en algunas carreteras del país, encargando además de matar la producción de gente que sí le apostó a Bolivia.
Ante esto, mejor preparemos la mesita a nuestros seres queridos y les pidamos que nos protejan de las almas perdidas de derecha que andan rondando por medios y el TikTok.
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Verónica Navia Boliviana, exministra del Trabajo
