Entre 1979 y 1983, en el corazón del Caribe, se llevó a cabo una profunda revolución social liderada por el joven abogado Maurice Bishop. La vocación soberana de esta propuesta, así como sus excelentes relaciones con la Revolución cubana y los países del llamado «socialismo real», desataron la ira de la Casa Blanca, empecinada en boicotear y hacer naufragar a la joven revolución.
En Maurice Bishop y la Revolución de Grenada (Editorial Pinves, 2024), mediante testimonios con algunos de los protagonistas de esa epopeya y una valiosa recopilación documental, González reconstruye parte de los orígenes, desarrollo y caída de la Revolución grenadina. Título que será presentado en la Casa Museo Inés Córdova-Gil Imaná, en la ciudad de La Paz, este viernes 25 de octubre a partir de las 18:30 hrs.
Para hablar de este sugerente trabajo, nos sentamos a conversar con la autora.
¿Cuándo, cómo y por qué surge el interés de investigar los sucesos de Grenada?
Desde mi adolescencia tuve un gran interés que venía dado por la militancia de izquierda antiimperialista y en los debates y discusiones escuché por primera vez de la invasión norteamericana a la isla de Grenada, muy cerca de Venezuela. Luego fui a estudiar a Cuba y allá entendí plenamente el concepto de internacionalismo; es ahí donde conozco más de la Grenada de Bishop, y de tantos otros países para mí desconocidos en esos años. Por ejemplo, un sinnúmero de países del bloque socialista de los cuales provenían parte de los alimentos o productos existentes en el mercado cubano. Casi inmediatamente vino el llamado «período especial». Leí varias cosas y aumentó mi interés por saber más sobre ese movimiento político-cultural, de las luchas de los pueblos caribeños, entre otra tantas cosas que Cuba entregaba… en una conversación con un profesor o en las noticias de radio y tv, o en alguna serie televisiva y/opelícula, Cuba tenía tanto que enseñarme y yo intenté recoger lo más posible.
Así es que, de alguna manera, este libro nació en esos años, en los comienzos del «período especial». Sin embargo, no fue sino hasta 2016 cuando tomé la decisión de ir junto a mi familia a conocer la isla e intentar difundir la historia de Bishop en Bolivia, como un modesto aporte al conocimiento de las luchas nuestroamericanas.
¿Cómo ha sido el proceso de investigación?
Como toda investigación autoconvocada, sin recursos económicos, con pura voluntad, con muchas precariedades, pero con demasiadas ganas de investigar. Así que convencí a mi familia de que en los primeros días de vacaciones que tuviéramos haríamos el viaje, no como una forma de vacacionar sino como una forma de conocer lo más de cerca posible el proceso revolucionario grenadino. Nos armamos de cámaras y grabadoras, hicimos los contactos y el entonces canciller Peter Davis estuvo dispuesto a apoyar la investigación. En esos momentos tenía más la idea de hacer una edición especial bilingüe de la revista Correo del Alba, no solo para dar a conocer a Bishop sino a la hermosa isla de Grenada.
Un año antes habíamos presentado una edición bilingüe homenajeando al primer mandatario de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, cuya portada era un retrato de él hecho por mí. Cuando David vio aquella maravillosa revista estuvo convencido de que la siguiente sería la de Grenada. Contamos con él y con el embajador de Venezuela en Grenada, Jorge Guerrero, quienes nos prestaron ayuda, aún cuando la mayor parte del tiempo nos movilizamos solos en busca de datos y elementos que nos permitieran avances. Ahí conocimos a parte de sus compañeros de partido y de militancia de Bishop, muchos no querían ser entrevistados, así que lo que logramos en el poco tiempo nos permitió armar esta historia increíble que presentamos en forma de libro en versiones en inglés y español.
¿Cuál es la importancia de recuperar y conocer la Revolución de Grenada?
En Grenada se puede leer la historia de nuestra América, desde las luchas indígenas contra el colonialismo europeo, el cimarronaje de los esclavos africanos que trajeron los europeos y la mezcla de ellos con los Caribes, que deriva en un pueblo nuevo llamado los Caribes negros; pasando por los procesos de disputa entre imperios de esos siglos, la colonización española y luego francesa y británica… el propio proceso de independencia que se produjo allí bien avanzada la segunda mitad del siglo XX, hasta llegar a una revolución socialista que finalmente fue derrocada para dar paso a una restauración neocolonizadora como resultado la invasión norteamericana.
Grenada es una especie de síntesis de lo que somos en nuestra América: pueblos en permanente lucha por la subsistencia, por la paz y la vida. Y en particular Bishop encarna a toda una generación que, aunque derrotados política o militarmente, obtienen un triunfo histórico en tanto su sacrificio no fue en vano y él y la pléyade de aquella juventud exultante de alegría, plenos de compromiso con su pueblo, tienden a convertirse en banderas y referencias para la juventud. Nos toca apoyar esa tarea, escribir y socializar esas historias fundamentales.
¿Qué nos puede decir de Maurice Bishop? ¿Quién era y cuál es su valor?
Maurice Rupert Bishop fue un revolucionario, hombre netamente caribeño, nacido en Aruba el 29 de mayo de 1944, por tanto hubiese cumplido hace poco los 80 años. Era menor que el periodista chileno Manuel Cabieses, que el historiador cubano Froilán González y que el cineasta boliviano Jorge Sanjinés, tres personalidades que están firmes y fuertes y conocen a fondo esta historia.
Maurice estudió Derecho y lo ejerció en Londres, donde hizo su carrera. Encabezó una rebelión popular que derrocó a un dictador llamado Eric Gairy, quien fue primer ministro luego del proceso independentista. Su revolución se instala el 13 de marzo 1979, siendo derrocado y asesinado el 19 de octubre de 1983.
Durante su gobierno se abrió un proceso de transformaciones sociales de carácter socialista con acceso gratuito y obligatorio a la educación para todos los niños y las niñas, con un programa de alfabetización nacional, un impulso a la producción y diversificación de la economía, el mejoramiento de las relaciones internacionales y un potente discurso político cuya daga se clavó en el corazón de las potencias imperialistas, por lo tanto al considerarlo una amenaza precipitaron su caída.
Si bien los hechos directos de su muerte tuvieron que ver con una división al interior del partido gobernante, conocido con el nombre de la Nueva Joya, no se puede negar que la CIA tuvo sus manos puestas desde el principio sobre los hombros de aquellos que traicionaron a la población grenadina.
El 25 de octubre se llevó a cabo la Operación Furia Urgente, donde desembarcaron miles de marines norteamericanos con la excusa de rescatar a unos estudiantes de Medicina de esa nacionalidad que habían quedado atrapados en la zona de fuego que se generó en Grenada luego de la muerte de Bishop. Aquella invasión, corrígeme si me equivoco, fue la última de la Guerra Fría, fue denunciada y rechazada incluso por Margaret Thatcher y produjo un gran rechazo a las políticas hegemónicas de los Estados Unidos en la Región. Pero ya el objetivo estaba cumplido: se detuvo el proceso revolucionario. Creo que eso siempre será la primera apuesta yanqui contra nosotros.
Octubre es entonces un tiempo de reflexiones, de renovación del compromiso, de lucha en defensa de las grandes mayorías excluidas y marginadas sobre quienes cae la amenaza de ser dominadas por la fuerza.
__________________________
Correo del Alba
