El jueves 5 de septiembre, en dependencias de la Embajada de Rusia en Bolivia, se llevó a cabo el acto fundacional del capítulo boliviano del Centro de Integración y Cooperación de Rusia y América Latina (Cicral), que ya cuenta con sedes en Argentina, México y Paraguay.
La instancia ha sido creada a partir de acuerdos emanados del Festival Mundial de la Juventud 2024, realizado en Sochi, Rusia, con el propósito de tender puentes de amistad entre las naciones del planeta.
En palabras de Valentina Enríquez, directora general de Cricral-Bolivia, este espacio busca promover la integración latinoamericana en un contexto de crisis hegemónica yanqui y la consolidación paulatina de un nuevo orden multipolar. Para Enríquez la tarea será “disputar horizontes, el sentido común y las esperanzas, en tanto que la multipolaridad debe ser cultural, subjetiva, de lenguaje, capaz de crear una nueva diplomacia más popular y dar los primeros pasos de un nuevo mundo”, en este caso a partir de fortalecer las históricas relaciones fraternales entre Bolivia y Rusia.
Asimismo, el embajador ruso en Bolivia, Mijail Ledenev, junto con felicitar la iniciativa de la juventud local por crear el Cicral, destacó los convenios educativos suscritos entre ambos países, así como la pronta homologación de títulos a estudiantes bolivianos que hayan cursado estudios en Rusia y el incremento de becas para que otros jóvenes puedan especializarse gratuitamente, en modalidad presencial y virtual, en las áreas académicas que deseen.
Cicral-Bolivia promete ser un espacio de concierto entre los pueblos boliviano y ruso, con la mirada puesta en solidarios intercambios culturales y académicos.
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Correo del Alba