Los antiguos griegos usaban la palabra “Ploutokratia” para definir lo que es un gobierno cuyo mandato está ejercido por personas ricas, adineradas. Una especie de clase cuyo poder deriva únicamente del hecho de poseer riqueza, no del conocimiento o de una elección popular. En la plutocracia la clase rica dominante ejerce el control a través de políticas gubernamentales las cuales se formulan de manera que beneficien a este grupo poseedor del dinero. Además, el acceso a ciertos recursos sólo está disponible para esta clase rica, negando así al resto de la sociedad ciertos medios y derechos. Es decir, no hay una distribución justa de la riqueza porque se distribuye mediante actos de corrupción y favoritismo. Resumiendo, podemos aseverar que esta es una forma de gobierno que conduce inevitablemente a la desigualdad, la injusticia y la falta de equidad.
En el imponente arrecife de coral centroamericano, en la paradisiaca isla de Roatán, Honduras, se está llevando a cabo un experimento de plutocracia moderna, “Próspera”. Este proyecto cuyo nombre rememora la bonanza, ha despertado la curiosidad de muchos poderosos del planeta. Varias misiones diplomáticas ya han visitado las oficinas de “Próspera” en Roatán en los últimos meses, ya que el proyecto está ganando el interés y la atención de importantes inversores internacionales, deseosos de explorar en detalle las diferentes facetas de este nuevo desarrollo de uso mixto. La paradoja es que “Próspera” está siendo desarrollado en un país como Honduras con un estimado para el año 2020 del 70% de pobreza y con un 53,4% de familias en extrema pobreza de acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Zonas Económicas especiales para los ricos
El proyecto “Próspera” fue concebido por dos jóvenes pertenecientes a las élites acomodadas latinoamericanas, el venezolano Erick Brimen y el guatemalteco Gabriel Delgado, que tras terminar sus estudios en Estados Unidos y adquirir experiencia en start-ups, compraron terrenos en la isla de Roatán, para crear una ciudad única, llamada inteligente, interconectada e hipermoderna, adornada con edificios futuristas diseñados por Zaha Hadid. Pero con una peculiaridad fundamental, aunque esté en suelo hondureño, será como una ciudad-estado independiente, de gestión privada, es decir, gobernada por inversores privados, que podrán redactar sus propias leyes y reglamentos, diseñar sus propios sistemas judiciales y gestionar su propia fuerza policial.
Según sus fundadores, el proyecto ofrece un nuevo enfoque visionario de la gobernanza con un marco jurídico y normativo favorable a las empresas, basado en las mejores prácticas de otras zonas económicas especiales de éxito en todo el mundo, diseñado para atraer la inversión extranjera directa. Honduras Próspera Inc. es la organizadora y promotora de las zonas de empleo y desarrollo económico de Honduras, denominadas “ZEDE Próspera”. Estas zonas están impulsadas por una plataforma de gobernanza de nueva generación, “The Thriving Platform”, que aplica lo que sus creadores denominan los mejores entornos legales y normativos del mundo para hacer negocios en todos sus proyectos. El primer proyecto de la empresa impulsado por la plataforma es Roatán Próspera.
Lo que la pandemia nos dejó
Más allá de las promesas y visiones de los dos fundadores, “Próspera” nos parece un signo alarmante y lógicamente importante de la coyuntura que se está creando entre geopolítica, innovación digital y transformación social. Con la pandemia se ha acelerado otro proceso de digitalización: la sustitución de la presencia real de las personas. El distanciamiento social ha limitado la propagación del coronavirus, pero también ha cambiado los patrones de comunicación.
La pandemia hizo que las empresas se apoyaran en las tecnologías digitales para redefinir los procesos empresariales, así como las relaciones con los clientes y las estrategias de marketing. Pero también los individuos nos vimos en la imperiosa necesidad de apoyarnos en las tecnologías para hacer frente a los desafíos que la pandemia nos impuso.
En medio de esta intersección de transformaciones sociales “Próspera” se presenta como una alternativa, que calza como anillo al dedo no solo a los tecnócratas digitales sino a toda una clase de ricos a la cual la evolución digital les permite, gracias a las conexiones super rápidas, renunciar a la presencia física para gestionar los negocios. Sumando a ello que podrán vivir en un paraíso tropical con un entorno físico ideal de construcciones de lujo con la garantía de aislarse de un espacio urbano degradado.
La oscura cara del mundo digital
Este sueño de “Próspera”, que ya es casi una realidad, es en gran medida el resultado del ascenso y desarrollo de un capitalismo que está utilizando la tecnología y la innovación en el campo digital para lograr sus fines. Además de ser “Próspera” ser un espacio de lujo para unos pocos, nos coloca en el peligroso riesgo de enterrar para siempre en el pasado, todo ideal de justicia y confianza en el Estado de Derecho. Es el espíritu burgués que exalta el evangelio de la riqueza, esta plutocracia moderna constituye la prueba más terrorífica de la decadencia de los valores morales en la conciencia de una parte de los seres humanos. Solo esperamos que el vano espejismo de una ilusoria prosperidad no se extienda a otras naciones y que los pueblos seamos capaces de enfrentar, aborrecer y rechazar la creación de feudos que solo beneficien a unos pocos elegidos por su riqueza.
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Yoselina Guevara Corresponsal venezolana de Correo del Alba en Italia
