El mandatario venezolano Nicolás Maduro, aseguró este lunes 18 de octubre, que el gobierno de Joe Biden, realizó una “jugada que rompió las reglas del juego de respeto y convivencia” al secuestrar al Alex Saab, empresario y diplomático venezolano que fue detenido ilegalmente en Cabo Verde desde junio de 2020.
Pese a los esfuerzos del gobierno bolivariano, por impedir la extradición a los Estados Unidos donde es acusado de corrupción por el hecho de ayudar a gestionar y sostener el programa de alimentación subsidiada denominado CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) con el que se provee comida al pueblo venezolano, convertido en uno de los pilares que sostiene a las familias de Venezuela en estos difíciles momentos de bloqueo y crisis, generados por las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el gobierno estadounidenses.
La respuesta a esta extradición, que viola la Convención de Viena, al atentar contra la seguridad e integridad física de un diplomático, ameritó una ruptura en el dialogo que se venía desarrollando con la oposición en México y que había logrado avances importantes, de cara a las próximas elecciones de noviembre en Venezuela.
Empieza una “batalla legal por la justicia” anunció Maduro, indicando que también se tomarán medidas contundentes y llamó a la creación de un movimiento de solidaridad con esta causa, que es uno de los tantos atropellos a la soberanía, a la institucionalidad, a los acuerdos internacionales y al Derecho Internacional que son instancias que marcan los límites de la diplomacia y el tratado de relaciones entre países.
El escenario de la decisión tomada por Cabo Verde se dio tras las presiones ejercidas por los Estados Unidos y en medio del proceso electoral presidencial que dio como ganador, en primera vuelta con el 51,5%, a la izquierda representada por José María Neves del Partido Africano por la Independencia, que le ganó al candidato de la centroderecha del Movimiento por la Democracia, hasta ahora el partido gobernante.