Por Carolina Quisbert
La trata de personas en Bolivia es una realidad y las redes sociales son la principal fuente de captación de víctimas. El 30 de julio será el día Internacional de la lucha contra la trata y tráfico de personas.
Un día más que Lidia Ramos visitaba las instalaciones de la Fiscalía Departamental de la ciudad de La Paz. Para ella ya era como un segundo hogar de tanto frecuentar aquel lugar. Cargada de un folder azul lleno de papeles y un par de fotografías, llevaba el rostro angustiado, pero con un leve aire de esperanza esperaba ser atendida para retomar su caso –cerrado desde el año pasado–, pues Lidia otra vez se había notificado.
Sin recibir respuesta alguna, Lidia comentó la razón de su constante visita a la Fiscalía, pues era una más de las madres de familia que denunciaba la desaparición de su hija, victima de trata de personas. “Ya no sé a qué oficinas más llegar ni quién me podría colaborar. Nosotros hemos sacado los extractos de llamadas, pero la triangulación de éstas es la que no se hace”, añade, refiriéndose al número telefónico de su hija.
A punto de cumplir el cuarto año de la desaparición de Juliva, un 10 de julio de 2014 –con 21 años en aquel entonces–, Lidia entre lágrimas recuerda que la última vez que la vio fue cuando su hija salió con dirección a la Universidad de la ciudad de El Alto: “Ella estaba en la carrera de psicología, ya iba por el segundo año. Una mañana sale aproximadamente 7:30 y esa tarde ya no llegó. Su papá y mi otra hija me decían que esperemos, pero a las 22:00 vamos a la FELCC (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen) a poner la denuncia y no me atienden porque dicen que debían pasar 72 horas desde la desaparición. Al día siguiente volvimos y recién nos aceptan, porque ya era fuerte la desesperación en toda mi familia”.
Trata de personas, un problema frecuente en adolescentes
El reloj marcaba las 14:15 en las instalaciones de la FELCC. Se divisa un patio vacío que pronto se llenó de policías, quienes formaban para el ingreso de su jornada laboral. De fondo se veía al mando a la teniente Gaby Coca Maldonado, jefa de división de Lucha Contra la Trata y Tráfico de Personas, quien dedica su vida al servicio de la sociedad.
“El tema de trata de personas presenta mayor incidencia en la población adolescente femenina entre los 15 a 18 años, en el mayor de los casos es por un fin de explotación sexual. Del 100% de casos, un 60% se relaciona a este delito”, informó la teniente Coca.
En su trabajo, Coca pudo conocer el caso de dos adolescentes, quienes en su vulnerabilidad fueron engañadas por un hombre para lograr fines de servicio sexual, captadas a través de las redes sociales.
Además indicó que por parte de la institución se realiza una preparación –conjuntamente con su equipo de trabajo– para llegar de una manera directa a los estudiantes, haciendo una capacitación a los colegios y trabajando a la par con padres de familia que hayan experimentado estos graves delitos.
Erguida y de voz segura, la teniente refleja la importancia del uso de las redes sociales como herramienta de delincuencia: “Estamos enfocados en difundir información sobre el uso de las redes sociales, que se ha convertido en un medio importante de captación de personas, y ahí es donde ingresa la sección de patrullaje cibernético que nosotros tenemos”.
Datos estadísticos
Según un informe proporcionado a La Correo por parte de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), de acuerdo a datos de la División de Lucha contra la Trata y Tráfico de Personas de la FELCC, se puede mencionar que en 2012 se presentaron 456 denuncias, al siguiente fueron 428, en 2014 subieron a 515 y desde ahí se produjo un leve descenso año tras año hasta llegar a las 464 denuncias en 2017.
De las denuncias recibidas en la anterior gestión (2017), 401 correspondían al tipo delictivo de trata de personas, 43 al delito de pornografía, 11 al delito de tráfico de personas y nueve al delito de proxenetismo. Y del total de las mismas, 68% implicaban a víctimas mujeres; 28% a víctimas varones y 4% a víctimas sin dato.
La lucha continúa
La OIM indicó a nuestra medio que se trabaja en coordinación con la Dirección General de Lucha contra la Trata y Tráfico de Personas. Han elaborado el proyecto Fortalecimiento de las capacidades del Gobierno para la implementación efectiva de las políticas contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes en Bolivia, que contempla el desarrollo de un diagnóstico sobre la trata de personas a nivel nacional, incluyendo también la respuesta de las instituciones en la recolección de datos y generación de información sobre la temática, además de la implementación de un sistema de información integral en trata de personas y tráfico ilícito de migrantes.
Para Lidia Ramos no termina la lucha. Dice que por su parte no se cansará de buscar a su hija. Sin embargo, camina por las calles cabizbaja y con un gran temor de ser “vigilada y perseguida”, pues no hace mucho tiempo recibió unos mensajes de amenaza, confirmando que su hija sí puede estar secuestrada.