La desesperación de Anthony Blinken, Secretario del Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos, está en su clímax. La razón es que no ha logrado su objetivo de destituir por la fuerza al presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro, con la complicidad de la ultraderecha venezolana encabezada por María Corina Machado, procónsul de ese gobierno en Venezuela.
En este sentido, Blinken, no encuentra cómo rendir cuentas al desorientado presidente Joe Biden, a quien diagnosticaron con parálisis nuclear progresiva cuyos síntomas están enmarcados en la pérdida del equilibrio al caminar, problemas en el habla, cambios en el estado de ánimo, depresión, apatía y demencia leve. Esta situación depresiva ha conllevado al surgimiento de varios grupos para controlar las decisiones gubernamentales de la administración Biden, entre ellos el mismo, Antony Blinken, Lloyd Austin, Brian Nichols, Merrick Garland, John Kirby, Janet Yellen,son algunos, quienes tienen como meta ver quién aplica más sanciones a Venezuela, ya que Kamala Harris, la vicepresidenta, está más pendiente de cómo ganarle las elecciones a Donald Trump, el próximo cinco de noviembre.
Por ello, Anthony Blinken, utilizando de manera paralela, la 79ª Asamblea General de Naciones Unidas, secundado por Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, convocó a varios cancilleres iberoamericanos y a representantes de Unión Europea, para plantear, una vez más, que ellos tienen el compromiso de defender los derechos humanos del pueblo venezolano para restaurar el futuro democrático de esa nación (como lo han hecho en Palestina la franja de Gaza, Líbano, Irak, Irán, Siria, entre otros)
Pero Blinken va más allá de la desesperación, lo que equivale a cualquier escenario, cuando dice que su gobierno ha estado ejerciendo presión con el uso de todas las herramientas que tiene disponibles, previos a la toma de posesión presidencial prevista para el 10 de enero.
Blinken, soterradamente está enviando un mensaje con una amenaza de una invasión o intervención militar, bajo la coordinación de Erik Prince, el cerebro de Blackwater, organización integrada por mercenarios que están operando desde Argentina, Colombia Perú y Chile para desestabilizar a Venezuela, quienes estarían implicados en actos de persecución y violencia extrema contra aquellos que no se alinean con la oposición extremista, encabezada por María Corina Machado.
Más que Edmundo González Urrutia, Machado es el personaje más peligroso que está actuando de manera directa con Anthony Blinken. Recordemos que María Corina Machado insiste que el 10 de enero de 2025, día de la toma de posesión, Venezuela tendrá en Edmundo González Urrutia su nuevo “presidente y su nuevo comandante en jefe” con el apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y los cuerpos policiales.
Anthony Blinken, funcionario nacido del fraude en las elecciones presidenciales de 2020, tal como lo denunció Donald Trump, disgrega que no pueden conformarse solo con declaraciones conjuntas, por lo cual “deben tomar acciones conjuntas”. Significa que van a activar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) como lo hizo el 29 de mayo de 2019, la extinta Asamblea Nacional de Venezuela, en apoyo al delincuente presidente interino Juan Guaidó, ese día se aprobó -en una primera discusión- el retorno del país al TIAR. Situación que se ha reactivado con la solicitud de la ultraderecha venezolana para la aplicación de ese tratado, para proteger a la población de la violencia del régimen, luego de las elecciones del 28 de julio que ratificó a, Nicolás Maduro, en la presidencia, lo que fue reafirmado por la misma, María Corina Machado.
Ante esa situación, el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, emitió un contundente rechazo al reciente comunicado del Departamento de Estado de los Estados Unidos, suscrito con un puñado de gobiernos satélites, entre ellos Argentina, para atacar al pueblo venezolano, bajo un carnaval de infamias, distorsiones y aspiraciones golpistas.
El Secretario de Estado, Antony Blinken, intenta repetir la fallida estrategia del ex vicepresidente Mike Pence en 2019, que buscaba aislar a Venezuela, con más de 950 medidas coercitivas
El Departamento de Estado busca tutelar y redefinir sus reglas y proporcionar sus propios resultados a conveniencia, a través de la página web https://macedoniadelnorte.com/, un programa desarrollado por Giuseppe Gangi, nativo del estado Mérida, pero que vive en España, quien en menos de 24 horas montó el fraude con la publicación de las actas chimbas de las elecciones presidenciales de Venezuela 2024. Por ello, esos resultados no cambiarán la realidad electoral que dieron la victoria a Nicolás Maduro. Ya en Venezuela se pronunció el Consejo Nacional Electoral y su resultado fue ratificado por el Tribunal Supremo de Justicia.
Venezuela no se deja amedrentar. El pueblo decidió el 28 de julio quien es su presidente y no el que quiere imponer Anthony Blinken, autor intelectual del golpe de Estado que está promoviendo el Departamento de Estado con el apoyo de una ultraderecha minoritaria que sigue desconociendo el resultado electoral.
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William Gómez García Venezolano, periodista
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