González Urrutia: capitán general del imperio español

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Aun cuando el Congreso de los Diputados de España aprobó este miércoles 11 de septiembre por 177 votos a favor y 164 en contra -con una diferencia pírrica de 13 sufragios- la propuesta no de ley, presentada por el Partido Popular de reconocer como presidente electo de Venezuela a Edmundo González Urrutia, eso no incide en la independencia y soberanía de la República Bolivariana de Venezuela. Somos libres de toda intromisión e injerencia que haya aprobado la corte imperialista de ese país que echamos de nuestro territorio el 24 de junio de 1821, con la batalla de Carabobo. El ejército patriota sacó a fuerza de sangre y plomo a la España que sometió a nuestro pueblo durante trescientos años. Estamos dispuestos a repetir una segunda batalla de Carabobo del siglo 21.  Aunque la votación es simbólica, nos tiene sin cuidado.

Con esta situación, que se venía generando desde hace pocos días, por la cual estamos obligados a hacer una retrospectiva de esa época colonial que llevó a la corona española a ocupar, poblar y administrar el territorio venezolano desde mediados del siglo XVI, es decir, a partir de 1502. Fue el rey Felipe II quien ordenó la conquista de Venezuela. Casualmente el actual monarca español se llama Felipe VI, quien puede tener una actuación arbitral para que el gobierno de Pedro Sánchez reconozca un nuevo proceso de recolonización, a través de la creación de una capitanía general.

El gobierno español, presidido por Pedro Sánchez, tiene como condición no reconocer a Edmundo González para no repetir el trauma que significó validar a Juan Guaidó como mandatario interino, situación que se convirtió en una trama al estilo de Narnia, bajo un mundo virtual: con “chispitas de fantasía”. Eso no lo quiere Sánchez, porque ahora en ese nuevo argumento, la oposición dice haber ganado las elecciones del 28 de julio, con la presentación de actas forjadas, para denunciar un presunto fraude montado por ellos mismos.

La ultra derecha venezolana presiona para que España asuma, por intermedio del Partido Popular, Vox, Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria y el Partido Nacionalista Vasco su papel colonialista. Por cierto, el Partido Nacionalista Vasco tiene un interés supremo para que González sea reconocido como tal. El «diplomático» es descendiente español, exactamente originario del país Vasco. En consecuencia, es violatorio del Artículo 227 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela su condición ciudadana:  Para ser elegido Presidente de la República o elegida Presidenta de la República se requiere ser venezolano o venezolana por nacimiento, no poseer otra nacionalidad. Por lo tanto, el ungido por el Congreso español tiene doble nacionalidad: Vasco-Venezolana. Urrutia, significa lejano, lejano. Por eso Edmundo González está lejano, muy lejano de Venezuela.

En todo caso, el congreso español no forma parte de los Poderes Públicos de Venezuela, para tomar decisiones sobre las políticas internas de Venezuela. Es evidente que allí en esa decisión los más favorecidos son Antonio Ledezma y Leopoldo López, quienes, ahora, serán los indicados para establecer la agenda de González Urrutia. Ahora es que viene dinero parejo.

Hoy, la disyuntiva es que se active con González Urrutia, un gobierno en el exilio el cual será ejercido por -y representado por- la siempre aspirante al reinado, María Corina Machado, personaje fascista, en el que los elementos irracionales de la conducta, los sentimientos intensos y el fanatismo, se hacen presentes con aquello de que el embajador asumirá el 10 de enero como Presidente electo y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Será que realizarán un acto en la plaza Mayor situada en Madrid, en el barrio de Sol, donde asistan los socios del Grupo IDEA (Exjefes de Estado y de Gobierno de la Iniciativa Democrática de España y las Américas) los ultraderechistas: Iván Duque (Colombia) Oscar Arias (Costa Rica), José María Aznar (España), Nicolás Ardito Barletta (Panamá), Felipe Calderón (México), Laura Chinchilla (Costa Rica), Fernando de la Rúa (Argentina), Vicente Fox (México), Eduardo Frei (Chile), César Gaviria (Colombia), Felipe González (España), Osvaldo Hurtado (Ecuador), Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Jamil Mahuad (Ecuador), Mireya Moscoso (Panamá), Gustavo Noboa B. (Ecuador), Andrés Pastrana (Colombia), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Jorge Tuto Quiroga (Bolivia), Álvaro Uribe (Colombia). Es probable que allí se realice una parada militar conformada por desertores y traidores a la patria. Para los venezolanos, el acto de juramentación del presidente reelecto, de acuerdo a la votación del 28 de julio, será en la Asamblea Nacional, en Caracas, y ese es Nicolás Maduro.

En todo caso, el Rey Felipe VI designará a Edmundo González Capitán General de Venezuela para restituir al país como colonia de España. Su tarea fue activar los derechos de España sobre Venezuela que culminaron el 3 de agosto de 1823 cuando estuvo en manos de Francisco Tomás Morales como último Capitán General. González Urrutia, como ciudadano vasco, espera tener el respaldo de la Conferencia Episcopal Venezolana, en vista que la iglesia católica española jugó un papel importante en el proceso de evangelización durante la conquista y la colonia. Se hará llamar Edmundo I, mientras que a María Corina Machado la convocará a participar en su reinado. Por ello, deberá cambiar de nombre, en reconocimiento a su descendencia de Juana I de Castilla, llamada “Juana la Loca” y representante de la reactivada Compañía Guipuzcoana de cuyas raíces proviene.

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William Gómez García Venezolano, periodista

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