Venezuela por casi diez años ha vivido una de las peores persecuciones en su vida republicana, desde que el ocho de marzo de 2015, cuando el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió un decreto que califica a nuestro país como, una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América.
Desde 2015 hasta ahora, la República Bolivariana de Venezuela ha sido víctima de 936 sanciones o medidas coercitivas unilaterales e ilegales. Estas medidas han ocasionado un terrible daño al pueblo, con la pérdida de más de 640 mil millones de dólares y, por supuesto, el resquebrajamiento de su economía. Sin embargo, el país sigue avanzando hacia la creación de un andamiaje propio, sin recurrir a políticas de importación que pongan en peligro su crecimiento interno.
Pero, cuando observamos la realidad geopolítica de Venezuela, es evidente que hay una que ha hecho más daño que cualquier otra. Nos referimos al cerco mediático originado desde los centros comunicacionales internacionales que buscan asfixiar a nuestro país ante el resto del mundo. La estrategia manejada por los medios propagandísticos con los que cuenta el gobierno de los Estados Unidos, según Noam Chomsky, sirven como emisores de mensajes más relacionados con el ámbito de la propaganda que con la información misma.
Empresas mediáticas como CNN, Washington Post, The New York Times, Fox News, CBS, El Nuevo Herald, la Voz de América, entre otros, se han convertido en elementos de distorsión para hacer claudicar a Venezuela. La Voz de América es la más radical, en cuanto a contenidos que rayan en fakes news, cuya directriz está bajo la autoridad del presidente de los Estados Unidos.
A través de la Voz de América, se ha montado una estructura que sirve de soporte a la candidatura de Edmundo González Urrutia. Este apoyo es manejado directamente por María Corina Machado, quien recibe del Gobierno norteamericano el financiamiento para la construcción de un andamiaje que no solo involucre medios tradicionales, empresas encuestadoras, sino también la censura que aplicarían a través de las redes sociales. Así lo denunció el propio presidente de Venezuela Nicolás Maduro recientemente: Estoy censurado en las redes, triplemente censurado, por un lado, una campaña en las redes favorecidas por ellos mismos, por otro lado, me ponen un algoritmo para que mis redes sean limitadas.
El sesgo mediático aplicado por medios internacionales está construyendo un muro que permita al final de las elecciones del 28 de julio publicar que, ante la derrota de González Urrutia, hubo un fraude y llamar nuevamente al desconocimiento del triunfo de Nicolás Maduro, como presidente reelecto de la República Bolivariana de Venezuela.
Entre los planes que están trabajando los periodistas de la derecha, está el de presentar al candidato hologramático, por aquello de que solo aparece en los actos públicos en un pendón, es asegurarse que los activos de teleSur queden en sus manos. Ya tienen, incluso la garantía de que este canal, que transmite desde Caracas, sea administrado por la gente de El Venezolano TV (EVTV), En el caso de TVES, ya tienen el compromiso de regresarle la concesión de RCTV al Grupo 1BC, representado por Marcel Granier. Mientras que al diario El Nacional se le pudiera restituir sus instalaciones, donde funciona actualmente la Unicom (Universidad Internacional de las Comunicaciones), por ser Edmundo González miembro del consejo editorial internacional del diario El Nacional, lo que sería la cuota que le corresponde a Miguel Henrique Otero Castillo, empleador del candidato de la PU.
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William Gómez García Venezolano, periodista
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