En la sesión inaugural del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, celebrada este domingo 16 de octubre en Beijing, que se clausurará el 22 de octubre, el Secretario General Xi Jinping, ha presentado un informe en nombre del XIX Comité Central del Partido Comunista de China.
Este Congreso, que se realiza después de tres años por la pandemia, ha sido el escenario para que Xi Jinping, planteara las nuevas pautas de desarrollo del país dirigidas a mantener el crecimiento económico con objetivos adecuados a un escenario global, en el que está surgiendo “otra” o “una nueva” era. En ese marco, propone que China debe implementar un plan estratégico de desarrollo dirigido a lograr una alta calidad, innovación tecnológica y un entorno más respetuoso con el medioambiente. En este sentido, Xi Jinping ha destacado que el Partido Comunista de China, está encaminado hacia esos grandes cambios y desafíos que son necesarios para el desarrollo y crecimiento de la nación asiática.
Destacó que el PIB de China llegó a los 17 billones de dólares en 2021, el doble que hace una década. Con una población de mil 400 millones de habitantes, China ya ha puesto en marcha la idea de circulación dual, es decir, una economía con dos motores, en la que los mercados -interno y externo- se refuerzan y complementan mutuamente. Sin embargo, ha resaltado que el mercado nacional es el pilar de esta estrategia. Lo que demuestra que China dejará de depender de los mercados externos, en la medida de lo posible. Dado que, como demuestra el contexto actual de sanciones unilaterales por parte de Estados Unidos y Occidente, un plan estratégico de desarrollo no puede depender de condiciones externas que China no controla.
El objetivo final del plan de desarrollo propuesto por Xi Jinping, será el bienestar de la población china. En su discurso, ha destacado que el país está trabajando para lograr un entorno mundial amistoso y de cooperación que sirva en la creación de un futuro compartido para la humanidad en el que la prosperidad sea alcanzada a través de los esfuerzos conjuntos de la comunidad global, dando a entender la necesidad de un mundo multipolar para garantizar la paz y el desarrollo.
Xi Jinping, resaltó que el Partido Comunista de China es el mayor partido gobernante del mundo que dirige -y seguirá dirigiendo- el futuro desarrollo de China. Además, destacó que el marxismo, leninismo y el maoísmo son las bases ideológicas del socialismo y el comunismo con peculiaridades chinas. Señaló que cuando el PCCH se fijó como objetivo final la consecución del comunismo, asumió sin vacilar esa misión histórica para revitalizar la nación y que está ahora más cerca de alcanzar ese objetivo, que en cualquier otro momento de la historia.
Con esa responsabilidad histórica, ha pedido a sus más de 96 millones de miembros a defender la integridad del país y servir a la población, por lo que el PCCH debe estar a la vanguardia en una época de profundos cambios globales. El Partido ha sido la columna vertebral del pueblo y del país frente a los riesgos y desafíos en el interior y en el exterior, e insta a que este siga siendo el núcleo del liderazgo en la defensa y el desarrollo del socialismo con características chinas.
Asimismo, ha destacado que existe una dependencia indisoluble del Ejército Popular de Liberación con el Partido Comunista de China. Las fuerzas armadas serán modernizadas para defender la soberanía nacional frente a amenazas externas y potencias globales que pretenden desconocer el derecho internacional en desmedro de los intereses de China, en clara alusión a los Estados Unidos y su política exterior.
Ha ratificado la política exterior de “Una sola China” y “Un país, dos sistemas”, para recordar que Hong Kong, Macao y Taiwán son provincias integrantes de China y que gozan de niveles de autonomía que les permite mantener un sistema económico diferente pero que son parte de la misma nación.
Ha destacado que Taiwán volverá a ser parte del país de manera pacífica, por lo que la minoría separatista no se deje llevar por los intereses de otras potencias ajenas al interés de China.
La causa del socialismo con sus peculiaridades chinas, en esta nueva era, seguirá siendo el de alcanzar mejores condiciones de vida para el pueblo como en salud y seguridad al más alto nivel.
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Ramiro Lizondo Díaz Economista boliviano