Esta escritora caraqueña, ha colocado sus letras en los géneros de ensayo, poesía, cuento, novela y crítica literaria. Tiene más de 30 libros publicados. Además, ha sido titiritera, guionista de radio, televisión y promotora cultural.

Ella es letras y sueños. En cualquiera de sus textos la poesía navega con sus matices. Viene de una familia de artistas donde podemos citar a su madre Lourdes Armas, artista plástica, su padre Sergio Antillano también hombre de letras desde el periodismo, su tío Alfredo Armas Alfonzo, escritor, historiador y crítico, entre otros que le legaron su amor y dedicación al arte.

Ha obtenido varios reconocimientos,  entre los que se cuentan el premio Nacional de Literatura 2012-2014,​ Bienal José Rafael Pocaterra, mención Poesía con la obra: Migajas (2004), Ministerio del PP de la Cultura en Literatura 2011, Ascesis al premio Miguel Otero Silva de la editorial Planeta de Venezuela con su novela: Solitaria solidaria (1990), Premio de Cuento del diario El Nacional con su cuento: “La luna no es de pan de horno” (1977), Premio Julio Garmendia de la Universidad Central de Venezuela con el cuento: “Caballero de Bizancio” (1975).

Desde la ciudad de Valencia, conversamos con esta versátil mujer de las letras Laura Antillano Armas.

Tanto usted, como su familia,  han sido y es referencia de muchas y muchos que han llegado al arte gracias a sus obras. ¿Quiénes son sus referentes en la literatura dentro y fuera de Venezuela?

Si te nombro algunos o algunas dejo fuera otros y otras por omisión involuntaria.

¿Algunos nombres?  Alfredo Armas Alfonzo, Sandor Marai, Lilian Hellman, Enrique Bernardo Núñez, Horacio Quiroga, León Tolstoi, Virginia Woolf, Toni Morrison, Liliana Bodoc, Julio Cortázar, Triunfo Arciniegas, Minerva Margarita Villarreal, María Alejandra Rojas, José Balza, Alejo Carpentier, Joyce Carol Oates, Enrique Bernardo Nuñez, Teresa de la Parra, Jean Rhys, Reynaldo Pérez So.

¿Quién es Laura Antillano, como se describe así  misma?

Como una persona tímida y curiosa, abstraída o distraída, que sigue descubriendo el entorno de a poquito, a zancadas, en los real y lo imaginario. Una lectora apasionada, alguien sin interés de estar en primer plano.

¿Qué ha  aportado la literatura a la gente, a su país?

La gente de mi país no es distinta a otra gente, a menos que plantees  un  parámetro  en particular y eso lo discutiríamos. La Literatura  aporta puertas para soñar, modos de recontar la vida, espacios para aprender a imaginar, herramientas para acercarse al idioma desde los imaginarios individuales o colectivos. Aporta un sostén, un encuentro multiplicado y multiplicable con vidas de muchos, imaginadas o reales, recreadas. Aporta un contacto con el modo como los otros ven su cotidianidad y/o la inventan.

Creo que hoy más que nunca, entre la ficción y lo real hay cada vez más canales de encuentro, y menos posibilidades para el lector para disociar  lo uno de lo otro.

¿Entre sus actividades tiene o frecuenta la formación de nuevas y nuevos escritores?

Si, continuamente hacemos talleres literarios, o invito a talleres literarios. También es un modo de compartir con posibles  interlocutores. Me divierte y me enseña. Aprendo del proceso de descubrimiento y afinamiento de quien va apropiándose de la escritura  como herramienta para sus propias posibilidades de inventar. Me divierte hacerlo y, además, me abre puertas de comunicación con gente que se va enamorando del oficio. De allí van naciendo muchos de mis amigos.

¿De qué manera influye la situación económica y política del país en la creación literaria?

De la misma que influye en  todas las cosas.  Por un lado, si pensamos en la difusión reconocemos que son muchas las editoriales privadas que han dejado el país y también desaparecido en el mundo, no solo aquí, varias de ellas.

 Los libros en físico son difíciles de ubicar y de comprar, hay el paliativo en la existencia de los virtuales, y las bibliotecas sin novedades.

Por lo demás, como escribió Brecht: “Primero comer, luego la moral”.

Pero, la creación en sí siempre existe, ese problema es relativo a lo posterior: la captura de lectores, la posibilidad de acceso a la comunicación lector con el texto, escritor con la obra, los canales de comunicación de esta, el acceso necesario.

Así es, el paliativo de los virtuales se aplica sobre todo a las novedades, Pero la imaginación es un abridor de puertas. Nacen emprendedores por todas partes, ejerciendo su capacidad de inventiva, y seguimos.

En estas complicaciones o situación del país. ¿Que representó la pandemia para los artistas?

La pandemia cambió nuestras vidas desde todo punto de vista. Sobre todo, los artistas han sido afectados por la cuarentena. Sumado a las dificultades que se presentan en el país para publicar libros en físico.

¿Los libros de Laura Antillano están disponibles en las nuevas tecnologías de internet, tiene planes de publicar vía online o con editoriales fuera del país?

Lo más reciente está en edición virtual, me refiero a mi libro de cuentos: “Me haré de aire”, editado en diciembre pasado por Monte Ávila editores. Ah, y la novela, que entró a la colección Bicentenaria:” Las aguas tenían reflejos de plata”. Una novela histórica con personajes reales y otros ficticios. Pero los libros  anteriores, que son unos cuantos, no. Habría que desarrollar un proceso de ediciones virtuales que debería emprender una institución avocada a tal cosa, como modo de difusión de la literatura nacional, quiero decir con esto que no es solo conmigo esta circunstancia, sino con los escritores del país, con obra conocida.

¿Cree que en la literatura está la política, la ideología?

Si, como con la historia, todo está implicado, integrado, adosado.

Con el desarrollo de las redes sociales y la cantidad de personas conectadas a diario, en comunicación con mensajes breves de pocas palabras, se ha desarrollado como un terror porque la gente dejará de leer.

De igual modo el término “leer” también abarca hoy  mirar una película, leer señales del paisaje, de los asuntos entre humanos, de la vida real, leer las señales o los signos del humor de quien te acompaña y los tuyos propios, leer el clima,  leer los datos  de la realidad en el día a día.

La gente sigue leyendo de muchas maneras, el contacto con el entorno es a base de lecturas diversas, siempre leemos, cambian las plataformas.

 ¿Cree usted que es una oportunidad para la poesía para los cuentos breves?

Sí. Hay un enorme interés por el relato corto, como por la poesía. Pero cada texto tiene su mecánica, su magia, la longitud no decreta la validez o asertividad del texto. En los talleres literarios con frecuencia uso fotos como motivación, y es asombroso como una misma imagen despierta en cada lector percepciones, sentimientos, actitudes totalmente divergentes. Ello convoca a una narrativa larga o corta según la necesidad del perceptor-inventor o recreador de lo visto. Las redes sociales han contribuido al gusto por el texto corto. Sin embargo, no muere el amor por las largas novelas, el convertirlas en sagas es un truco editorial.

¿Cómo es su relación con la vida, con el mundo desde la literatura?

Pienso que la obra creativa, como la imaginación y lo que nuestra mente es capaz de construir, son herramientas fundamentales para continuar con la vida, aún en los peores escenarios. Ello es un talismán, construir y deconstruir lo real, sentimientos, deseos y acciones, tienen en el crear un espacio lleno de secretos y posibilidades, que vale la pena descubrir.

No se puede ignorar el entorno, lo más valioso que tenemos son los órganos de captación del entorno que nos enseñan y acostumbran a estar entre otros. Tu prójimo próximo, el mundo que te rodea.

Quien vive la literatura, y se empeña en la creación no puede ignorar el mundo que le rodea y que a final de cuentas le da sentido a la escritura y a la vida misma, implica la comunicación con el otro.

¿Cómo califica el nivel de la literatura en Venezuela en este momento, ha habido avances en cuanto a la calidad en estos últimos 20 años?

Creo que eso no puede determinarse así como así. Hay buenos y malos escritores siempre, necesitamos el ritmo de los nuevos lectores, y se puede ser un pésimo lector si solo se lee literatura comercial, falsa, un lector se forma leyendo, en la medida en que lee mejor y más literatura verdadera su olfato se afina, la calidad del lector acerca la literatura valiosa, el olfato es selectivo, diría que en la medida en que es mayor el público lector selectivo, se hace más refinado en la definición de sus gustos y habrá mejores escritores.

Creo que los talleres colaboran en mostrar lo que unos y otros ven en el texto leído, porque cada quien lee desde su perspectiva. La variedad es muy importante, es un reto para la percepción misma.

¿Cuáles son los planes artísticos que prepara para los meses y años por venir?

Risas, creo que da mala suerte anunciar algo que tienes en la construcción de tus sueños. Por lo pronto, trabajo simultáneamente en diferentes proyectos que me entusiasman. No los anuncio hasta que no los culmino. Narrativa, poesía, crónica, creo que hoy día no hay géneros puros, y todos me interesan; a veces no estás seguro de hacia dónde van los proyectos que llevo a cabo en la escritura, el trabajo mismo me va dando el pulso de la decisión.

¿Qué mensaje envía a las nuevas generaciones de escritoras y escritores, artistas de otras áreas, así como a todas y todos los venezolanos?

Pienso que es imprescindible la autenticidad, entregarse a la idea, el sueño, el propósito; no imitar a otros porque parezca están en “la punta de la ola”, del interés público con lo que hacen. La relación con lo que escribes, la clara definición de tu propuesta para ti mismo como escritor y el disfrute neto que te provoque el llevarlo a cabo, deberían marcar el termómetro de lo que tramas.

Leer, leer y leer, leer más, leer siempre, acercarse a lectores auténticos que te conecten con obras leídas de calidad.  Dejarse llevar por esa magia que te conecta con mil y un mundos, disfrutar de ese placer concebible, inacabable.

Este país tiene mucha gente bella, y nuestro territorio está cargado de variedad, posibilidades, encantos especiales. Es importante la conciliación y el reforzamiento frente a los conflictos que podremos superar.

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Tony González Artista venezolano