Desde este 30 de marzo se encuentra en La Haya, Países Bajos, la delegación boliviana encargada de la defensa ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre las aguas del Río Silala. Esta delegación, que comprende además un equipo jurídico, expertos técnicos y científicos, está encabezada por el canciller Rogelio Mayta, acompañado también por el secretario de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar) Emerson Calderón y el agente de la Corte Roberto Calzadilla.
La demanda chilena fue interpuesta en 2016 durante el gobierno de Michelle Bachelet y fue una respuesta al discurso del entonces presidente Evo Morales el Día del Mar en Bolivia, que anunció que el país procedería a una demanda por el Silala, pero la contraparte de Chile se adelantó. El motivo de la controversial demanda es por el uso de las aguas de esta serie de manantiales ubicados en el altiplánico y fronterizo departamento de Potosí, actualmente estas aguas fluyen hacía Antofagasta-Chile y ese país que considera como recursos acuíferos internacionales, sin embargo, la parte boliviana sostiene que el caudal fue desviado hace más de un siglo por intervención artificial y Chile hace uso de este recurso sin que Bolivia perciba ningún pago, los alegatos orales que se tiene previsto inicien este 1 de abril, son para hacer la demostración de las partes sobre las experticias técnicas que demuestren la orientación de las aguas y la validez de esta afirmación quedará a decisión posterior de los jueces.