La administración Biden, impuso este 12 de enero sanciones a Corea del Norte, relativas a los programas de armamento que actualmente desarrolla, tras una serie de pruebas de misiles hipersónicos realizadas por Pyongyang. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló, como justificación, que las sanciones impedirían el avance de los programas del país asiático y frustrarían sus intentos de proliferar tecnologías armamentísticas. Dicho Departamento en un comunicado de prensa indicó que estas medidas “transmiten nuestra seria y constante preocupación por las continuas actividades de proliferación de Corea del Norte y aquellos que la apoyan”. Las sanciones se producen a raíz de seis lanzamientos de misiles balísticos norcoreanos, realizados desde septiembre de 2021. Cabe resaltar que Rusia, Estados Unidos y China también han afirmado poseer misiles hipersónicos, una tecnología en la que Moscú está ampliamente considerada como líder mundial.
Sanciones que incluyen a China y Rusia
Las sanciones incluyen a seis personas norcoreanas, un ruso y una empresa rusa que, según Washington, se encargan de adquirir productos de Rusia y China para los programas norcoreanos. En concreto, el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos para el Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson, dijo que el Departamento de Estado había determinado que el representante de la Segunda Academia de Ciencias Naturales (SANS) de Corea del Norte en Rusia, Choe Myong Hyon; el ruso Roman Anatolyevich Alar y la empresa rusa Parsek LLC. habían sido sancionados por llevar a cabo “actividades o transacciones que contribuyen materialmente a la proliferación de armas de destrucción masiva o sus medios de suministro”. Además también fueron afectados por las sanciones, cuatro representantes norcoreanos de organizaciones subordinadas a SANS, con sede en China, Sim Kwang Sok, Kim Song Hun, Kang Chol Hak y Pyon Kwang Chol, y un ciudadano norcoreano residente en Rusia, O Yong Ho. Brian Nelson subrayó que las sanciones tienen como objetivo bloquear el “uso continuado por parte de Corea del Norte, de representantes en el extranjero para adquirir ilegalmente productos armamentísticos”.
Órdenes ejecutivas
Las medidas coercitivas están sustentadas en la Orden Ejecutiva Número 13382, modificada y ampliada el 27 de diciembre de 2021 y la cual incluye en los procedimientos sancionatorios a las personas que hayan “contribuido materialmente o intentado contribuir materialmente a los esfuerzos de proliferación de un país, proyecto o entidad extranjera para utilizar, adquirir, diseñar, desarrollar, producir o almacenar armas de destrucción masiva o misiles capaces de transportar dichas armas”. Dicho documento le otorga potestad al Secretario de Estado, actualmente Antony Blinken, en consulta con la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, de determinar para eventuales sanciones a personas extranjeras que han participado, o han intentado participar en actividades o transacciones que han contribuido materialmente a la proliferación de armamento considerado de máximo riesgo para la humanidad. Una muestra de que los Estados Unidos a través de estas órdenes ejecutivas se convierte en tribunal, juez, y acusador a nivel internacional, más allá de creerse el policía de mundo y el paladín que trabaja por la paz mundial cuando es altamente conocido que es uno de los principales responsables de la mayoría los conflictos que se esparcen a lo largo y ancho del orbe.
Los misiles de las sanciones
El 11 de enero, Kim Jong Un, líder supremo de la República Popular Democrática de Corea del Norte, presenció una prueba de un misil hipersónico, la segunda en menos de una semana, tras prometer en un discurso de fin de año que reforzaría al ejército con tecnología punta. Los misiles hipersónicos suelen alcanzar Mach 5, es decir cinco veces la velocidad del sonido; son más rápidos y maniobrables que los misiles estándar, lo que los hace difíciles de interceptar por los sistemas de defensa, en los que Estados Unidos gasta miles de millones de dólares al año. Desde que Kim Jong Un, llegó al poder hace diez años, Corea del Norte ha avanzado rápidamente en el frente de la tecnología militar. En este sentido, el país asiático cuenta con uno de los ejércitos más grandes del mundo, con cerca de un millón y medio de efectivos, y siete millones de norcoreanos en la reserva. Además de estar equipado con diferentes tipos de armamento entre ellos tres tipos diferentes de misiles balísticos intercontinentales, armas de corto alcance como un misil balístico KN-23 Iskander, de medio y largo alcance, como una serie de misiles balísticos intercontinentales, incluido el misil hipersónico Hwasong-8, y el Hwasong-16 que podría transportar ojivas nucleares.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia
