Venezuela Plural

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En el mes de octubre en Latinoamérica y en algunos lugares de Europa se conmemoró y hasta se celebró el denominado día de la raza o de la resistencia indígena, para recordar la llegada de los navegantes europeos a suelo de la América. Este evento histórico que algunos celebran y conmemoran, se desarrolló, sin duda alguna, con gran violencia que solo puede ser catalogada de genocidio de poblaciones nativas de lo antes conocido como Abya Yala.

Ese acontecimiento trajo procesos que, en ocasiones, no reconocemos en el día a día y que nos hacen ser lo que somos actualmente en América Latina, pero en especial ser como somos los venezolanos. Si bien muchos no compartimos la denominación de “día de la raza” porque Si de ‘razas’ se tratara, hay una sola, la humana; con diversos orígenes étnicos. Debemos reconocer que esa colonización de América que, además, trajo campos de concentración de afrodescendientes y derivó en una mezcla y conformación de identidad única con grandeza, fortaleza y habilidades en diversas áreas.

Esa conjunción o hibridación de orígenes en Venezuela se observa en todo, desde la gastronomía a la religión o la música con las manifestaciones y la unión de diversos instrumentos musicales que suenan dentro de la diversidad, como la orquesta más grande del mundo, pero que, al mismo tiempo, suenan como una sola expresión. Ese sincretismo se ve en forma clara en las expresiones musicales como la gaita zuliana o la salsa, de origen afrocaribeña, y en las manifestaciones religiosas de las cofradías danzantes de los afrodescendientes venezolanos quienes unen sus tambores con santos de la religión católica, lo que para algunos significa algo negativo por la ignorancia en el tema.

Pero, a pesar de toda esta evolución histórica, aún existen elementos de la superestructura social que limitan el reconocernos, esos elementos que se originan en la psiquis de algunos: la creencia del “porte ilícito de rostro o de color de piel” asociando como sospechoso a todo afrodescendiente, sin entender que Venezuela es un pluralismo de colores y de orígenes. Es importante recordar lo señalado por Juan German Roscio «Peor que un ejército invasor es una mente colonizada».

Esos signos de endorracismo son los que originan que cuando algunas personas ven a hombres o mujeres afrodescendientes o de origen indígena siendo exitosos en diversas áreas como la empresarial, musical, política o cualquier otra, reaccionan con duda frente a esos logros o tratan de desmeritarlos por no cumplir los estándares fisionómicos de persona exitosa impuestas por los medios de comunicación.

Venezuela desde el punto de vista normativo se constituye como una República democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, que procura la justicia social y la igualdad sin discriminación como garantía de los derechos humanos. Es importante el conocer nuestra historia de conjunción de orígenes para poder reconocernos, aceptarnos y enorgullecemos de lo que somos; por lo que la formación en lo referente a la diversidad cultural juega un papel clave, ya que esta diversidad no tiene tanta publicidad en los medios como otras.

El carácter de ser un país multiétnico y pluricultural se manifiesta en diversas formas de sincretismo como lo son la cultural, religiosa, deportiva o política. De esta expresión se pone en especial relevancia el respeto a lo distinto, tal como lo indicó El Libertador Simón Bolívar: “los hombres somos desiguales por naturaleza en genio, temperamento y fuerza”, “las leyes corrigen estás diferencias”.

El respeto mutuo, en una sociedad diversa como la venezolana, es fundamental y pasa por reconocer la existencia del otro como sujeto de derechos y deberes que puede tener diferencia y coincidencia en muchos aspectos. En los últimos eventos donde se manifestó la democracia participativa y protagónica en Venezuela, indiferentemente de los números, se demuestra ese respeto a la diversidad y el pluralismo en todos los rincones de la geografía nacional. Dentro de la diversidad étnica, pluricultural y el pluralismo político se sustenta la venezolanidad, esa que nos hace ser diferentes a los demás; nos hace resistir cuando los otros ceden; el creer cuando los otros dudan; el recuperarnos de situaciones complicadas y seguir avanzando hacia el futuro. Esa venezolanidad basada en tres raíces, en las tres potencias, como el tricolor de nuestro origen étnico hecho un solo ente en el sincretismo; esa que nos hace ser parecidos a muchos, pero únicos al mismo tiempo.

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Yonder Canchica Abogado venezolano experto en Derecho Internacional

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a

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