Pocos días antes de su caída en combate, el 19 de mayo de 1895, en Dos Ríos, en carta dirigida a su amigo mexicano Manuel Mercado, decía José Martí: «…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber… de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos los y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es por eso».
Un día como hoy, 19 de mayo, entrega su vida en combate, el Apóstol de la Revolución cubana, cumpliendo como hijo de Bolívar su deber anticolonialista para derrotar a las huestes españolas expulsadas de la América del Sur por la espada del Libertador, ahora refugiadas en las Antillas: Cuba y Puerto Rico.
Como fiel hijo de Bolívar, quien al derrotar al Imperio español, nos alertó como precursor del antiimperialismo que «… los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de Miseria a nombre de la libertad»; José Martí de nuestra América, cumple su deber anticolonialista consciente ya, como lo había señalado Bolívar, «el más que César», que su misión en ese momento era a la vez el inicio de una etapa de lucha por una segunda independencia: vencer la fuerza naciente del criminal imperialismo estadounidense. Por eso, cargado de profundo espíritu bolivariano, consciente que se empezaba a vivir un nuevo momento imperial: la fase del imperialismo captada por Lenin como etapa superior del capitalismo; Martí nos alerta de nuevo diciendo: «jamás hubo en América, de la independencia a acá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minuciosos, que el convite que los Estados Unidos potentes, repleto de productos invendibles, y determinados a extender sus dominios en América, hacen a las naciones americanas de menor poder, ligadas por el comercio libre y útil con los pueblos europeos, para ajustar una Liga contra Europa, y cerrar tratos con el resto del mundo». De esta forma, preveía la necesidad de prepararnos para enfrentar el panamericanismo imperial de La Liga de Naciones, y de la Organización de Estados Americanos (OEA), y retomar el sueño bolivariano de que la Patria es nuestra América, sin tutela imperial ninguna.
Hoy, a 126 años de su caída en combate, rendimos homenaje con nuestra lucha contra el bloqueo a Cuba y a Venezuela, y por la independencia y soberanía de las Patria de nuestra América, al José Martí bolivariano anticolonialista, antiimperialista y poeta combatiente que cumplió con sus versos de amor a los oprimidos de los pueblos cuando cantó: «Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar». Y con ellos su suerte echó.
Cese el bloqueo a la Cuba de Martí y Fidel, y a la Venezuela de Bolívar y Chávez.
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Miguel Tenía Docente
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