Xenofobia más allá del odio, sus raíces imperiales

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A través de las redes sociales, el sábado 20 de febrero se divulgaron en directo las imágenes de las escenas de violencia que se vivieron en las afueras de la Misión diplomática de la República Bolivariana de Venezuela en Perú, cuya sede fue atacada con objetos contundentes por una multitud que justificó sus acciones por la supuesta muerte de un ciudadano peruano a manos de delincuentes de nacionalidad venezolana.

En una protesta al más puro estilo nazista, los manifestantes de rasgos  mestizos desataron toda su furia xenofóbica causando destrozos en el lugar, rompiendo vidrios, así como también hicieron unas fogatas con algunos avisos pertenecientes al ente consular venezolano. La vergonzosa jornada estuvo plagada de mensajes xenófobos en contra de los venezolanos y venezolanas, además de la exigencia a gritos al presidente Sagasti del cierre de las fronteras a los migrantes del país sudamericano. Por su parte, la cancillería venezolana repudió los actos violentos y emitió el día 21 de febrero un comunicado exigiendo el cumplimiento de la Convención de Viena: “El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela denuncia los actos de violencia acontecidos contra la integridad de la Misión Diplomática y Consular de Venezuela en Lima, República del Perú, el 20 de febrero de 2021, ante la actitud contemplativa y de inacción por parte de las fuerzas de seguridad, en total inobservancia de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Relaciones Consulares”.

Un sistema de ideas de raíces imperialistas

El fenómeno social de la xenofobia en contra de los venezolanos y las venezolanas migrantes no es una novedad, al contrario, se ha venido paulatinamente desarrollando con mayor énfasis sobre todo en Sudamérica. Esta forma parte de una estrategia bien planificada que tiene sus raíces en las políticas imperialistas en contra de Venezuela; principalmente debemos tener claro que no se trata solo de “odio” o de “rechazo” hacia los venezolanos; si se reduce la xenofobia solo a ello terminamos por ignorar sus dimensiones políticas y su carácter sistémico.

Venezuela es víctima de un bloqueo económico y financiero por parte de Estados Unidos, el cual desde hace casi ocho años se ha afianzado con mayor rudeza. Esto ha hecho que, pese a los esfuerzos del gobierno de Nicolás Maduro por fortalecer y apoyar a las venezolanas y los venezolanos, muchos hayan visto mermar su calidad de vida.  En el año 2018, ante los reiterados fracasos de las acciones para promover un cambio del gobierno en Venezuela se inicia en Sudamérica un apertura de los gobiernos de derecha para incentivar la migración venezolana. Bajo falsas promesas de prosperidad económica y social, auspiciadas por los gobiernos del Grupo de Lima, salieron desde Venezuela cientos de connacionales en la búsqueda de la realización de sus sueños de tener un mejor futuro. Rápidamente el panorama cambió para muchos y muchas de los que cayeron en la trampa, al pisar otros países el espejismo se desvaneció.

A través de información proporcionada por ONG’s que trabajan con el tema de migración, se conoce que los migrantes venezolanos son víctimas de mafias que explotan a los trabajadores y trabajadoras, esclavitud laboral, trata de personas, prostitución y delincuencia, carencia de asistencia higiénica y sanitaria, imposibilidad de continuidad de estudios, además de un sin número de vejaciones que poco a poco se ha convertido en “xenofobia” en todas sus formas .

Las políticas que en un primer momento fueron de “hospitalidad” se han convertido en discriminatorias, represivas y punitivas, con la finalidad de exacerbar en la población el carácter xenófobo en contra de los venezolanos y venezolanas. En este sentido, entra en acción la xenofobia como un sistema de ideas, discursos, acciones, que buscan legitimar la estigmatización, la discriminación, la subordinación, la segregación, la exclusión, la violencia e incluso el exterminio. Este es el  sistema que  está siendo  aplicado desde las capas que ostentan el poder a nivel gubernamental, institucional o de Estado en Sudamérica, que lógicamente forma parte de las políticas de la derecha y amplía su radio de acción hasta el pueblo de a pie.

Acciones como la reciente militarización con tropas y artillería de las fronteras en Chile y Ecuador, para impedir que migrantes venezolanos puedan entrar en esos países, muestra la degradación política y cultural. Este retroceso se manifiesta no solo a través de medidas «contra los demás», «contra el extranjero»,  sino que también es reforzada por el lenguaje público que utilizan los gobernantes al referirse a ellas. Por ejemplo, el Canciller chileno expresó públicamente que “no vacunaría a ilegales”, una declaración que tuvo que ser rechazada por La Moneda pero que ya había surtido su efecto xenofóbico e inhumano a nivel mundial.

Un chivo expiatorio para justificar el fracaso

No es un secreto que la pandemia del Covid-19 ha sumido al mundo en una de las crisis económicas históricamente más severa, y el continente sudamericano es uno de los más afectados. Ante este panorama, en países como Perú, Ecuador, Chile, Brasil y Colombia, se han empezado a evidenciar los dramáticos efectos sociales de las políticas de austeridad y la fractura cada vez más profunda que separa a las clases privilegiadas del pueblo. Esa depresión económica que viven los sectores medios y populares parece traducirse en una especie de depresión moral, en una desesperación social masiva. La crisis económica se combina con una inestabilidad igualmente grave de lo que se creía era «democracia, de modo que la distancia entre los ciudadanos y el poder se hace sideral. No es de extrañar que los efectos sociales de la crisis alimenten la frustración, la desorientación, el resentimiento social y la consiguiente búsqueda de chivos expiatorios, un papel otorgado a los «migrantes» a quienes se culpabiliza de todos los males. criminalidad, delincuencia, desempleo, etcétera.

Una gran parte de los ciudadanos sudamericanos que se encuentran entre los más penalizados por la crisis acaban así identificando erróneamente a su enemigo en los migrantes “que roban puestos de trabajo” o en los venezolanos y venezolanas que degradarían su ya abandonado barrio suburbano. Una confusión alimentada por la clase política, los medios de comunicación y las redes sociales que les hacen ver en el migrante un “adversario”, cuando en realidad su verdadero enemigo son los gobiernos de derecha , comandados desde Washington y las clases pudientes.

Un gobierno que no abandona a sus connacionales

Ante la penosa situación de algunos venezolanos y venezolanas en suelo extranjero, que los colocaba en un estado de vulnerabilidad, el gobierno del presidente Nicolás Maduro implementó en agosto de 2018 el Plan “Vuelta a la Patria”, un proyecto único en el mundo por su carácter masivo y totalmente gratuito. Este consiste en proporcionarle los medios para el retorno voluntario, bien sea por vía aérea o terrestre, a todos los migrantes venezolanos y venezolanas que manifiesten de manera voluntaria su deseo de regresar al país. Para diciembre de 2020  más de 21 mil venezolanos y venezolanas han retornado a su patria, familias enteras que inclusive llegaron a estar en peores condiciones que en su país de origen.

D acuerdo a datos estadísticos proporcionados por el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de Venezuela. los repatriados y repatriadas han expresado que las causas de su retorno han sido:

1. Problemas económicos y la imposibilidad de obtener empleo digno en los países a los que migraron;

2. Constante hostigamiento en el país receptor, denunciando fuertes episodios de xenofobia, explotación, maltrato laboral y social;

3. Padecimiento de  graves problemas de salud;

Se necesita “ser humanos”, para erradicar o frenar el avance de la xenofobia urge “humanidad”, “humanismo” y una “voluntad política” que permita que reconozcamos que dentro de la diversidad somos iguales, somos de la misma especie y que no debemos dejarnos manipular por los intereses imperiales.

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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia

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