Aniversario de Correo del Alba: 10 años más

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Por Cris González

El 28 de junio de 2010 empezó a circular Correo del Alba (CdA).  Este 2020 cumplimos diez años y, aunque la contingencia no está para festejos, pondremos toda la energía  para celebrar tan importante fecha.

En esta década transcurrida tan de prisa nos hemos sumergido en una dinámica vertiginosa, dialéctica, entre situaciones tremendamente difíciles, pero también hemos tenido etapas óptimas. Por lo que podríamos decir que la constancia es uno de los méritos más preciados del trabajo periodístico que llevamos a cabo con tenacidad, lo que ha permitido a la revista nacer, crecer y renovarse cada día, hasta llegar a su primer decenio. De esta manera, nos colocamos en un ángulo de la historia de los medios de comunicación que nacieron a principio del siglo XXI, abrazamos la idea de continuidad de José Carlos Mariátegui: «La historia es duración… No vale el grito aislado, por muy largo que sea su eco; vale la prédica constante, continua, persistente. No vale la idea perfecta, absoluta, abstracta, indiferente a los hechos, a la realidad cambiante y móvil; vale la idea germinal, concreta, dialéctica, operante, rica en potencia y capaz de movimiento».

Muchas veces nos han preguntado el porqué del nombre Correo del Alba y para explicarlo nos remontamos también a la historia. La palabra «Correo» la tomamos de la primera publicación que hizo el Libertador Simón Bolívar, Correo del Orinoco, quien, sabedor de la importancia de un medio de comunicación ya en esa época, también fundó un periódico. Un correo, además, representa la acción de enviar un mensaje, de trasladar de una parte a otra las ideas, los sentimientos y emociones a través de palabras escritas. Y «del Alba», porque nuestra revista llegó para reflejar la época en que floreció el proyecto de integración más significativa que ha tenido la Patria Grande en los últimos tiempos, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), de la mano de los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro. Igualmente porque hace parte de una generación que vio surgir a los grandes líderes regionales y su articulación, en proyectos de integración regional donde el ALBA fue motor esencial, tales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), asimismo, como la nueva arquitectura financiera y las grandes misiones sociales, en beneficios de las mayorías postergadas. El ALBA representa el amanecer de los pueblos y nos parece clave servir de chasquis, ahora digitales, para el pueblo, protagonista de esta nuestra modesta tarea.

En 10 años hemos querido representar tanto a la época como a la generación que la hizo posible. Sin lugar a dudas, este aniversario es la demostración de un esfuerzo mancomunado, entre equipo y usuarios que han creído en él y la han desarrollado con esfuerzo. Hemos abierto debates históricos que sientan precedente en la estructura de las ideas integracionistas, bolivarianas y martianas.

Visualizar con claridad los diversos escenarios políticos globales es prioritario. En medio de un modelo ideológico que impone hegemonía en el mundo a través de diferentes formas, que van desde las comunicaciones hasta la violencia materializada, es prioritaria, también, la difusión de voces contrahegemónicas, para un mundo ético, justo y bueno. Nos tocó defender el lado difícil de la historia, el de las y los invisibilizados, de quienes no tienen espacio en la gran media mundial, el lado del pueblo que combate a diario la injusticia y la crueldad de un modelo que pretende borrarlo de la historia.

En cuanto al diseño, tan importante en un medio impreso, desde un principio CdA rompió los moldes de las revistas de izquierda, con una propuesta estéticamente novedosa, de fácil uso y profunda lectura. Diversa y audaz, pero igualmente flexible, en secciones que se han adaptado a cada circunstancia.

De cara a los difíciles momentos de intervención imperialista en la región a las derrotas electorales o políticas de los procesos progresistas en la región, debimos pasar del formato en papel a transitar momentáneamente por el camino virtual; así iniciamos el 2020, que a poco andar se convirtió en la forma exclusiva de los medios de comunicación como consecuencia de la inesperada pandemia del Covid-19 que azota al mundo y lo distancia en una obligada cuarentena.

Delegación de Correo del Alba recibe de parte del presidente Nicolás Maduro, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, Caracas, Venezuela, 2017.  Se le entrega la colección empastada de la revista.

En breve tiempo CdA creció, hasta dar forma a un proyecto editorial que nos ha permitido sacar ediciones en países como Bolivia, Perú, Ecuador, Italia y Venezuela. Asimismo, presentamos una revista internacional bilingüe que tiene como resultado cuatro obras, cuya originalidad es el trabajo de investigación in situ. También hemos hecho libros y materiales que intentan hacer emerger la simbología revolucionaria, como el liderazgo y las referencias indispensables para entender este tiempo que nos tocó vivir.

Es parte de nuestra línea ética editorial el reconocimiento de los y las luchadores que han entregado sus vidas por un mundo mejor. En este sentido, hemos recopilado, en un trabajo serio de investigación, las historias de América Latina el Caribe y países africanos, ideologías y lógicas de poder, investigaciones y análisis sociológicas, filosóficas, narrativas políticas, culturales y económicas. En esta década hemos sido un medio que apoya sin vacilaciones las grandes batallas de los pueblos. Mantenemos un ritmo intenso de trabajo, con tesón y en ocasiones con impaciencia, ante las carencias y vicisitudes que pudiéramos sufrir, no pocas veces enfrentados a la incertidumbre paralizante, pero nos sobreponemos y volvemos cada día al esfuerzo comprometido como necesaria trinchera política e intelectual.

Como resultado de esta perseverancia y consecuencia, en 2017 recibimos el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, entregado al equipo de Correo del Alba por el propio presidente Nicolás Maduro, en una ceremonia realizada en el Palacio de Miraflores. Luego, en 2018, el Premio Nacional Aníbal Nazoa al Periodismo Necesario, entregado por periodistas en reconocimiento al trabajo y la constancia de esta revista. Estos galardones se convierten en grandes fortalezas para la moral del equipo de CdA.

CdA ha sido invitada a participar en foros donde se discute el rumbo del pensamiento socialista y bolivariano, hemos expuesto y debatido sobre el papel de los medios en innumerables espacios y en varios países. Nuestro trabajo describe un tiempo y escribe la historia de este.

Lo agraz en estos años han sido las muertes del comandante Chávez, fiel lector y defensor de este proyecto, del comandante Fidel Castro y, casi a la par, la de nuestra joven editora Natalia Coronel, todos ellos inspiración para el trabajo que hacemos. Entre las grandes figuras del mundo político y humanistas que colaboraron no podemos dejar de mencionar a Marta Harnecker, Theotonio Dos Santos, François Houtart. A quienes rendimos honor.

Los próximos 10 años nos deparan grandes desafíos en la estructura del sistema de las ideas de la izquierda latinoamericana. Viene una etapa donde quizás nos encontremos con visiones disímiles, totalmente distintas de las que provenimos. Habremos cruzado una pandemia con cuarentenas y restricciones sociales en gran parte del mundo. Circunstancias inéditas, donde se revaloriza pensar, escribir y generar debates para formar una conciencia nueva para la humanidad. En esta etapa más madura, en la decantación de su propio estilo, con el respeto infinito por creadores y usuarios de revista, se nos hace más indispensable continuar el trabajo revolucionario que marcó su inicio.

Este será un año entero sin contar con publicidad ni aportes económicos o suscripciones pagadas para sostener un medio de comunicación como este, joven, entusiasta, comprometido y de izquierda. Cabe resaltar que no hay ningún proyecto editorial que no sea sostenido por las corrientes ideológicas a las cuales defiende. La sociedad civil deberá plantearse la utilidad y necesidad de medios como CdA para la elevación de la conciencia y cómo ayudar en su sostenimiento y permanencia. Hasta ahora hemos sorteado mágicamente los vericuetos de los costos. Sin embargo, llega el tiempo de recurrir, con todo respeto a quienes quieran ser parte de este proyecto a través de aportes que ayuden a financiar el trabajo comprometido con la verdad de las mayorías que hacen la historia, con la capacidad adquirida en estos años para contar la realidad desde una visión humanista, alejada de los moldes convencionales, sin panfletos ni estridencias.

En su décimo aniversario les prometemos seguir en honor a los pueblos en lucha y a la necesidad imperiosa de comunicarnos, aunque sabemos que no será nada fácil, contamos con la impronta de estos diez años. Proponemos diez años más.

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Cris González Directora

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