Por Carola Chávez
Cuando tenía como seis años, mi abuelo me regaló el libro de Amor y Humor de Aquiles Nazoa. Yo creo que ese fue el mejor regalo que me han dado en la vida, sino el mejor uno de los mejores; pero yo diría que el mejor. Aquí lo tengo delante de mí, 50 años después, aquí está el libro todo esguañangaíto –pero se sostiene–, está al lado de mi cama, en una bibliotequita que tengo , chiquita. Ese es un libro de todos los días, de todos los tiempos. Yo lo leí cuando tenía seis años y a mí me impresionó. Recuerdo la impresión, la ternura que sentí, leyendo el de la tortuguita: «Buenos días, tortuguita», a mí me daba… yo chiquita, lloraba, pero de ternura, no de tristeza… y luego de la ternura más profunda, a la risa más descontrolada, porque me daba mucha risa y me sigue dando mucha risa.
Aquiles Nazoa es un maestro, es un compañero. Aquiles Nazoa me enseñó que había poesía en todo, en las cosas más sencillas. Esos versos al ruin perro callejero, a todo a la camionetica, a Caracas.
Yo creo que no hay poeta más grande, de verdad. Bueno, yo tengo mis limitaciones, no soy experta en poesía, pero para mí no hay poeta más grande que Aquiles Nazoa. Un poeta para todo el mundo, un poeta sin pretensiones, sin ese distanciamiento que hay entre el que escribe y el receptor, el que finalmente va terminar leyéndolo. Un poeta que escribe para una niña de seis años y que luego esa niña , cincuenta años después, lo sigue leyendo y sienta la misma ternura, la misma alegría. Y bueno, las distintas reflexiones, porque uno lee una cosa a una edad y la entiende de una forma y la va reinterpretando, según la vida te vaya enseñando.
Aquiles Nazoa es para mí una de las cosas más grandes de la vida, es así, es eso. Es mi compañero de vida. Yo era chiquitica, pequeña, era una niña todavía cuando él falleció, quedé descorazonada. Pero la gente como Aquiles no se va nunca y aquí está conmigo, con nosotros.
El libro que me regaló mi abuelo hace cincuenta años lo uso además para guardar cosas importantes, que si un dibujito que me trajo mi niña cuando era chiquita, que si un papelito que me dejó mi papá hace no sé cuántos años. Entonces está adentro lleno de recuerditos; así que en partes de los poemas, tú abres y te consigues con pedacitos de la vida. No te digo, es que Aquiles da pa’ todo. Aquiles, el que le escribía a las cosas más sencillas.
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Carola Chávez Escritora
TESTIMONIO «Recuerdo de Aquiles Nazoa», por Carola Chávez.